Según declaraciones del CEO europeo de la compañía, Howard Stringer, se han vendido en el viejo continente y en las islas unas 800.000 unidades de la PS3 lo que sitúa al gigante japonés en unas excelentes condiciones para seguir aspirando a mantener el liderazgo de un mercado que parece amenazado por la nueva Nintendo WII.
Sony no solo ha modificado sus previsiones de ventas a la alza, gracias a las ventas europeas, sino que su directivo asegura que la batalla no ha terminado