El año pasado, Samsung y su competidor LG Electronics, los dos mayores productores de televisores en el mundo, pronosticaron que la tecnología OLED sería la más usada en el futuro.
Las pantallas OLED son ultradelgadas y muestran imágenes con mayor claridad y una saturación de color más profunda.
Sin embargo, en los adelantos que los fabricantes están realizando sobre sus novedades esta tecnología parece haber desaparecido para dar paso a las pantallas 4K o UHD.
El motivo parece ser las dificultades que están encontrando para producir comercialmente equipos OLED de grandes tamaños a precios accesibles.
Si bien las pantallas OLED parecen haber encontrado su camino en terminales y dispositivos móviles el coste a la hora de introducirlos en equipos de mayor tamaño se dispara.
Por el contrario la tecnología 4K ofrece, además de una gran resolución, una experiencia espectacular a los usuarios y a menor coste de lo que supone OLED.
En esta situación no hay que pasar por alto la ruptura del acuerdo entre Sony y Panasonic para producir conjuntamente pantallas OLED, una constatación de que hoy por hoy esta tecnología no se encuentra en los planes comerciales inmediatos de los fabricantes.