El gusano es de baja peligrosidad, pero el caso es que logró copiarse a varios portátiles de la tripulación a través de pendrives o reproductores de MP3. ¿Hasta dónde habrá llegado? ¿Se habrá colado en el software crítico de la nave? Eso es algo que seguramente nunca sabremos. El caso es que la NASA quizá debería revisar sus antivirus…