El reto de los editores ante los ebooks: hacerlo mejor que las discográficas y ecitar la piratería de sus libros

Los editores de libros están mejor equipados para la revolución digital de lo que lo estaba la industria de la música hace una década, aprovechando opciones para vender y mejorar sus productos de las que carecían sus colegas de los sellos discográficos, según expertos del mercado.

Agel Cortés – El negocio de los libros está al borde un drástico cambio en el sector de la distribución. El auge de los libros electrónicos, impulsado por el dispositivo de Amazon, Kindle, y la llegada a este mundo de Google puede cambiar radicalmente una industria que hasta ahora no se ha visto «amenazada» por la piratería como si ha sucedido con la industria discográfica.

Los editores siguen viendo este «nuevo» mercado con escepticismo. Por una parte dudan que una parte importante de sus lectores prefieran pasar horas frente a un «Gadget» que leyendo un libro y por otra parte, se sienten atemorizados de que la llegada de estos dispositivos abra la puerta a la piratería de sus best sellers.

Precisamente apuntan a que fue la popularización de los «MP3s» lo que disparó la piratería en la industria audiovisual y que lo mismo puede suceder en la industria del libro.

El sector editorial teme que la piratería digital a la que algunos culpan de los problemas de los sellos discográficos se extienda, ya que la mayoría de los consumidores cree ahora que contenido online equivale a contenido gratis.

Los expertos, con el apoyo de los nuevos jugadores procedentes de la industria de electrónica y de Internet, aseguran que los los paralelismos no son necesariamente iguales aunque esta opinión no es del todo compartida por los editores.

Dudas y reproches

Este semana en la Feria del Libro de Fráncfort, representantes de los dos sectores se reprocharon unos a otros no haber actuado antes y con más decisión para defender sus derechos de autor y explotar nuevas oportunidades ofrecidas por Internet.

Sin embargo, por comparación, la industria del libro está muy por delante de donde estaba la industria musical hace 10 años, cuando la página de intercambio de música Napster irrumpió en escena, abriendo camino a una multitud de páginas de intercambio de archivos MP3 ilegales en muchos países.

‘Tenemos que actuar de inmediato. No podemos permitirnos, analizar, observar de nuevo’, afirmó Alexander Skipis, consejero delegado de la asociación alemana de libreros, durante una mesa redonda titulada ‘Aprendiendo de la industria de la música’.

En Fráncfort, en la feria del libro más grande del mundo, el ánimo es discreto este año, con menos visitantes y expositores que el año pasado y muchos actos cancelados, incluyendo la fiesta de Random Hause, que era la cita estrella de la feria. Y es que los editores, como otros sectores, también se han estrechado el cinturón en una «época difícil» en el que los consumidores reducen sus compras o bien optan por las ediciones más económicas de los libros en lugar de las ediciones de tapa dura o las lujosas destinadas a los coleccionistas.

Los expertos ponen como ejemplo el éxito de iTunes y de la App Store y como esta tienda ha abierto nuevas oportunidades a la comercialización online de contenidos audiovisuales.

Lo mismo, aseguran, puede suceder con el libro electrónico con la apertura de nuevas tiendas, tanto de los propios editores como de las grandes cadenas de librerías, que aprovechen el auge de ventas de los «lectores de ebooks» que podrían superar los 3 millones de ventas este año en los EEUU.

Google también esta dispuesto a entrar en este mercado con su propia tienda con libros compatibles con todos los dispositivos que será lanzada antes de finalizar el año. Y la tienda llegará en medio de la polémica que mantiene con los grandes grupos editoriales europeos (principalmente alemanes) que mantienen la opinión que el buscador saquea en su propio beneficio sus fondos bibliográficos.

Oportunidades

libros electronicos

Los ingresos de la industria de la música han estado en declive en Europa desde 2001, y no se espera que vuelvan a crecer de nuevo hasta 2011. Según Forrester, el intercambio de archivos ya está cuatro veces más extendido que las descargas de pago entre los europeos de entre 16 y 19 años.

Según datos de la industria, el mercado de música ha caído de los 12.000 millones de euros en el 2001 a los 7.000 millones de este año, «víctima» de la piratería y las descargas ilegales.

Todo lo contrario sucede a la industria del libro. Esta vive uno de sus mejores momentos con una nueva fiebre por parte de los consumidores en leer libros vorazmente. Solamente en los EEUU, la industria facturará este año 40.300 millones de dólares, 6 veces más que la discográfica.

No son pocos los que creen que una de las ventajas que hasta ahora han disfrutado es el coste que representa para el consumidor el libro pirateado. En la red se encuentran centenares de páginas que ofrecen las novedades para descargar pero el usuario se enfrenta al alto coste de la impresión, superior a veces al precio del ejemplar en la tienda. Todo podría cambiar con los lectores ebooks que ofrecen portabilidad y una buena calidad de lectura, además de compatibilidad con formatos tan populares como el PDF.

Unos creen que lo mejor es «pasar» de esta nueva moda y seguir apostando por los ejemplares impresos, otros están firmemente convencidos de que el futuro pasa por el libro electrónico además de las ventajas que supone asociar el contenido editorial a la publicidad en las tiendas online, sacar libros por capítulos o vender extras como entrevistas con los autores y contenido multimedia asociado a los libros de éxito. Todo ello a un coste de producción mucho más barato que el actual.

¿Sabrán hacerlo los editores mejor que las discográficas? Al menos así lo esperan no en vano se están jugando su futuro.

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