El Grupo Socialista votó en contra de la moción. Su portavoz, Luis Salvador, recordó que la posición del Gobierno «la marca la ley». A este respecto, precisó que el Ejecutivo ha apostado por la TDT y ha tomado la decisión de adelantar el denominado «apagón analógico» de 2012 a 2010.
Algunos representantes del sector audiovisual plantearon la necesidad de que el Gobierno autorice la posibilidad de emitir contenidos bajo el formato de pago. Al respecto, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio se limitó a señalar que estudiaría esta cuestión en el caso de que se produzca una petición expresa por parte de las televisiones.
Por otro lado, la moción insta al Ejecutivo a aumentar la inversión en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) hasta llegar al 6,4% del Producto Interior Bruto (PIB), con el objetivo de converger con la media europea, y a declarar como «derecho universal» el acceso a la banda ancha.
El texto reclama además adecuar la Oficina de Atención al Usuario de las Telecomunicaciones «a las demandas de los ciudadanos, dotándola de los medios personales y materiales suficientes», así como poniendo a su disposición un teléfono gratuito.