Hablar una media de 30 minutos diarios por el móvil durante aproximadamente diez años multiplica por 1,4 las probabilidades de desarrollar un glioma aunque los investigadores no han podido establecer una relación científica sobre el cáncer y el uso de dispositivos móviles.
El mayor estudio realizado en el mundo sobre el uso de teléfonos móviles y el riesgo de sufrir algún tipo de cáncer no ha detectado que tengan relación. Sin embargo, el estudio se basa en datos recogidos en el periodo 2000-2004, cuando el uso de la telefonía móvil era menos intensivo que ahora y la población aún no había acumulado tantas horas de exposición a la radiación de los móviles a lo largo de la vida.
Por ello, «no podemos descartar que el uso que hacemos actualmente de los móviles aumente el riesgo de cáncer», declaró ayer Elisabeth Cardis, investigadora del Centre de Recerca en Epidemiologia Ambiental (Creal) y coordinadora del trabajo.
«Tenemos que seguir investigando». En el estudio, realizado por encargo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se han analizado datos de más de 10.000 personas de trece países. Concretamente, se ha comparado el uso de móviles entre más de 5.000 pacientes de cáncer y otras tantas personas sanas. La investigación se ha centrado en cuatro tipos de cánceres que afectan a los tejidos más expuestos a la radiación de los móviles: dos tumores cerebrales (glioma y meningioma), el de nervio acústico y el de glándula parótida.
Este es un tumor cerebral que, en sus casos más graves, tiene un índice de mortalidad del 50 por ciento al año de ser diagnosticado
Probabilidades
El estudio Interphone revela que, entre las personas que utilizaron el móvil durante más de 1.640 horas (media hora diaria) en el periodo estudiado (unos 10 años), se detectó una mayor tendencia a presentar tumores en el lóbulo temporal y de tamaño más amplio en aquellos sujetos que indicaron utilizar más el teléfono en el mismo lado de la cabeza, donde posteriormente apareció el tumor.
Por su parte, los usuarios que utilizaban el móvil menos de media hora diaria (la media se estableció en 5 minutos diarios), representaron cerca del 90 por ciento de la muestra, y no mostraron mayores tasas de gliomas, meningiomas, cáncer del nervio acústico, ni de las glándulas parótidas.
GSMA felices por las conclusiones del estudio
La GSMA (Asociación que agrupa a los principales fabricantes y operadores móviles) mostró su satisfacción por los resultados del estudio.
El doctor Christopher Wild, director de la International Agency for Research on Cancer (IARC), considera que ‘No se puede deducir un mayor riesgo de cáncer cerebral de los datos de Interphone. Sin embargo, las observaciones al más alto nivel de tiempo de llamada acumulado y los patrones variables del uso del teléfono móvil desde el período estudiado por Interphone, particularmente, en personas jóvenes, significa que se requiere más investigación sobre el uso del teléfono móvil y el riesgo de cáncer cerebral’.
Nuestra Conclusión
Tras diez años de estudios y fuertes cantidades de dinero destinado a la investigación seguimos igual y no sabemos aún si el uso del móvil puede provocar la aparición del cáncer o no. Algo paradójico en unos tiempos en el que el ser humano se pasea por el espacio y los grandes medios con los que han contado los investigadores.
La conclusión de que «seguiremos investigando» nos suena a dennos más dinero y dentro de otros diez años ya les diremos algo o no. Una mercantilización de la ciencia que nos obliga a revisar las conclusiones de muchos de estos estudios que parecen más destinados a «sacar los cuartos» a las Administraciones que cumplir con su obligación con la sociedad.
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