Kevin Garrad, un soldado estadounidense recibió un tiro en el pecho milagrosamente salvó su vida al impactar la bala en el iPod que llevaba en el bolsillo superior.
El disparo efectuado con un fusil AK-47 a muy corta distancia impacto primero en el iPod y después en el chaleco antibalas que el soldado llevaba.
Si no hubiera sido por el iPod, el proyectil hubiera perforado el chaleco, dijeron las fuentes militares.