Es sin duda una opción ideal para los gammers y geeks a los que una vez «conectados» les es díficl abandonar la sesión para buscar un refresco o calentar un poco de leche.
El cable USB incluye, lógicamente, un interruptor con el que podrás cambiar entre las dos temperaturas que tiene: frío o caliente de manera que nos sirva tanto para invierno como para el verano. Quizás lo peor sea su precio, algo elevado: 32 dólares.