Según Luca Volonté, director de la Unión Democristiana (UDC) en el parlamento italiano, el juego debe ser censurado en vista de la «reproducción y divulgación de escenas que enseñan eventos disgustosos» y manifestó que tal comportamiento no puede ser tolerado «con la excusa de la libertad de expresión».
En el juego se invita al jugador a “asumir el comando de las operaciones ‘pretofilas’: consolida la intimidación, encubre las investigaciones, conten el escándalo para desviar la atención mediática. No dejes que la justicia mundana se entrometa en los asuntos de la Iglesia”.
El estatus de los personajes revela su condición y de este modo los sacerdotes pueden ser “Virtuoso” o “Peccatore”, mientras los adultos adquieren el carácter de “Sereno”, “Testimone” (testigo), “Scioccato” (impactado) u Omertoso (obligado a guardar silencio a través de la intimidación); por su parte, los menores son calificados como “Sereno” o “Stuprato” (violado).
Molleindustria, la compañía desarrolladora, que en el pasado levantó polémicas con juegos que buscaban criticar los supuestos métodos de explotación laboral y económica de la multinacional de comidas rápidas McDonalds, aseguró que en esa jornada buscaba «rendir homenaje a la institución que más ha protegido la pedofilia: la Iglesia Católica».
Volonté pidió enfáticamente al Ejecutivo que «adopte medidas que permitan evitar la futura repetición de casos análogos de ofensa al sentimiento religioso y a las diferentes credos, particularmente al católico».
El diputado insistió en que el videojuego -una versión flash descargable a través de internet- «reproduce simulaciones de violaciones a niños por parte de sacerdotes, quienes tienen inclusive la autorización pontificia».
«Estamos de frente a un creciente ataque contra las instituciones religiosas y a una intención provocatoria explícita y ofensiva contra la fe cristiana», concluyó.
El videojuego ya no se encuentra disponible en el sitio oficial de la compañía aunque puede encontrarse en otros lugares