La mujer, de 30 años, caminaba el lunes con su hija por un pasillo en su edificio de apartamentos de Tokio cuando se encontró con un hombre blandiendo un cuchillo y que pedía dinero, según el diario Asahi.
Cuando el ama de casa le dijo que no tenía nada, el hombre irrumpió en su apartamento. Esperando calmarle, la mujer le hizo una taza de té, momento en el que el asaltante dejó su cuchillo a un lado y comenzó un monólogo de 20 minutos sobre su vida.
La mujer le dio al hombre 10.000 yenes y corrió fuera a llamar a la policía desde una cabina, según el periódico.
La policía se apresuró a la escena, pero el ladrón ya había escapado y aún se le está buscando.