Según informó el periódico británico «The Independent», toda esta información, que pertenecía a una empresa de Essex (sureste de Inglaterra) llamada Graphic Data que conserva datos financieros de diversas organizaciones, fue descubierta por Andrew Chapman, un informático de Oxford que pagó unos escasos 43 euros por el equipo.
El diario indicó que el ordenador lo vendió por eBay un empleado de Graphic Data, lo que ha sido confirmado al Royal Bank of Scotland por la propia empresa de Essex, que ha iniciado una investigación junto a eBay para aclarar lo sucedido. La entidad escocesa ha reconocido que en dicho ordenador figuraban datos relacionados con solicitudes de tarjetas de crédito de sus clientes y de otras entidades financieras.