Ámsterdam tendrá la primera red europea de Wimax móvil

Una red comercial lanzada en Ámsterdam el martes es el primer sistema europeo que utiliza una versión móvil del estándar Wimax para permitir a los usuarios que naveguen por Internet a gran velocidad en movimiento, dijo el operador Worldmax.

La red inalámbrica super ancha intentará competir con operadores como KPN, Vodafone y T-Mobile, dijo la compañía privada holandesa.

Este sistema de conexión a Internet es similar a las redes de telefonía móvil y difiere de las primeras redes de Wimax que no ofrecían la movilidad.

En un comienzo la red cubrirá sólo el centro de la ciudad de Ámsterdam, pero Worldmax dijo que planea extenderlo por todo el país en los próximos años.

La compañía constituye una amenaza potencial a los operadores móviles que buscan un aumento en la descarga de datos para redirigir el desarrollo del sector mientras el volumen de llamadas baja.

La consejera delegada Jeanine van der Vlist dijo durante el lanzamiento, que tuvo un alcance nacional, que la construcción de esta red era una tarea similar a la de poner en funcionamiento una nueva red de telefonía móvil, agregando que la compañía necesitaría 3.000 puntos de para cubrir toda Holanda.

El coste total de la construcción de una red de cobertura nacional va a alcanzar los cientos de millones de dólares (100 millones de dólares son 65 millones de euros).

Worldmax, entre cuyos inversores se encuentran Intel y Greenfield Capital, no va a revelar sus objetivos financieros ni suscriptores a los que se dirige.

Sin embargo, su consejera delegada dijo que tendría que convertirse en uno de los mayores actores del mercado holandés si quiere ser rentable.

La compañía cobrará cerca 20 euros al mes por un acceso a Internet inalámbrico de banda ancha sin límites de descargas.

Con velocidades de conexión comparables a las de la banda ancha, precios más bajos y sin contratos a largo plazo, Van der Vlist asegura que Worldmax espera quitarle usuarios a los operadores móviles, pero que eventualmente también podría atraer a nuevos grupos de consumidores como los adolescentes, que por el momento no pueden costear la banda ancha móvil.