Apple afronta la primera demanda en EE UU por fallos del iPhone

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Un grupo de usuarios estadounidenses han puesto en duda de que el nuevo iPhone 3G sea tan rápido como la publicidad de Apple promete y descontentos con su velocidad han presentado la primera demanda colectiva ante un tribunal federal por mal funcionamiento.

El ataque ha procedido de Birminghan, la capital de la sureña Alabama. Y desde ahí pretende convertirse en la primera demanda colectiva -conocidas como clash-action- de un grupo de usuarios para reclamar sus derechos contra el iPhone, según recogen varios medios de EE UU. La causa está en manos del tribunal federal de ese estado estadounidense, adónde se ha dirigido la consumidora Jessica Smith, en representación de un grupo de clientes. ¿Su queja? La velocidad de descarga de datos y música en el móvil no se acerca siquiera a ser dos veces más rápida que la del modelo anterior y las llamadas se cortan con demasiada frecuencia.

La nueva versión del iPhone se estrenó en 21 países del mundo el pasado julio, Estados Unidos entre ellos. A diferencia de su predecesor, el renovado móvil de Apple ya dispone de tecnología 3G para conectarse a la red a alta velocidad. De hecho, así lo asegura la promoción de Apple para su único terminal celular: "Está aquí. El nuevo iPhone 3G. El doble de rápido. La mitad de precio".

El reclamo funcionó. Apple vendió un millón de móviles en el fin de semana del lanzamiento. No se sabe cuántos, pero muchos de ellos fueronen Estados Unidos. Y allí hay consumidores que no están satisfechos con su compra.

La denunciante "pronto se dio cuenta de que su conexión a internet, la recepción y envío de correos electrónicos, mensajes de texto y otras transmisiones de datos eran más lentas de lo esperado y anunciado", explica la demanda. Es más, Smith asegura que sólo es capaz de conectarse al estándar 3G en un 25% de los intentos. A ello añade los problemas de comunicación, que dan lugar a numerosos cortes de llamadas.

Dudas sobre el alcance

La demanda ha tenido cierta resonancia por atacar a un móvil mundialmente conocido y deseado, pero varias informaciones cuestionaban ayer hasta dónde podría llegar. Es cierto que Apple asegura que su nuevo iPhone es dos veces más rápido que el anterior, pero una nota a pie de página advierte de que la velocidad puede variar debido a las condiciones de la red. Legalmente, ese tipo de cautelas tienen como objetivo defenderse de antemano ante demandas como la que se acaba de interponer en Estados Unidos.

En este país, además, los compradores de un iPhone disponen de 30 días para devolver el móvil sin ninguna consecuencia si están descontentos con el funcionamiento. Todo apunta a que Smith no lo ha hecho, lo que levanta dudas sobre la validez de una reclamación dineraria, cuando lo más sencillo hubiera sido la devolución.

Llegue adonde llegue la demanda, el problema para Apple es otro. Los fallos de funcionamiento del iPhone en EEUU han sido una constante, como demuestran multitud de webs de usuarios, hasta el punto de que la compañía ha lanzado un nuevo software para corregir las deficiencias. Y esos conflictos hacen difícil que el iPhone pueda competir con terminales de alta gama y fiabilidad para el mundo profesional, como la Blackberry, uno de los objetivos de la nueva versión.

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