Las asociaciones de usuarios y consumidores expresaron hoy su rechazo frontal a la posibilidad de que la Comisión Europea proponga un modelo tarifario que cobre la recepción de las llamadas de telefonía móvil, al entender que las operadoras serían las principales beneficiadas.
Desde la Confederación Española de organizaciones de amas de casa consumidores y usuarios (Ceacu) expresaron su rechazo a la propuesta porque considera que se traducirá en un incremento del precio final. No obstante, el responsable de Asuntos Jurídicos de la confederación, Eugenio Ribón, se mostró prudente y reconoció que Bruselas ha dado "pasos importantes" para rebajar las tarifas.
Ribón lamentó la falta de competencia que existe en el sector de la telefonía móvil, que aún no se considera servicio universal, y planteó sus dudas acerca de la viabilidad política de la medida planteada desde Bruselas, al trasladar al consumidor un servicio "no deseado".
En la misma línea, el portavoz de la Unión de Consumidores de España (UCE), Dacio Alonso, señaló que Bruselas debería esforzarse por garantizar la competencia efectiva entre las compañías que prestan este servicio, que se traduciría en un beneficio para el consumidor final.
UCE coincidió con Facua en su rechazo a la propuesta de la Comisión Europea que, a su juicio, sólo beneficiaría a las operadoras de telefonía, que encontrarían un concepto nuevo que tarificar. Asimismo, Alonso recordó que la legislación española establece que sólo pueden cobrarse los servicios prestados y afirmó que la recepción de llamadas "no es un servicio".
"Entendemos que la medida supondría un cambio en las condiciones contractuales, ya que hoy se paga por la emisión de llamadas, no por la recepción. Iría en contra del derecho del consumidor", expresó Alonso.
"INVOLUCION DEL MERCADO".
Por su parte, Facua señaló que la medida supondría una "involución" del mercado y supondría adoptar uno de los elementos que han motivado que la telefonía móvil no haya alcanzado en Estados Unidos los niveles de penetración y tráfico que en la Unión Europea.
Mientras, la portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Iliana Izverniceanu, calificó de "debate estéril" la pretensión de la Comisión Europea, puesto que no beneficiará a los usuarios, sino a las operadoras, que verán reducida su burocracia y, por lo tanto, abaratarán sus costes.
En declaraciones a Europa Press Televisión, aseguró que la posible medida "beneficia lógicamente a largo y a corto plazo a las operadoras porque tienen menos burocracia", ya que las compañías facturarían exclusivamente a su usuario contratado. "Esa facilidad y ese abaratamiento potencial de costes, tememos que no se repercuta" en beneficio del consumidor, defendió.
En este sentido, opinó que en el caso de España existe una falta de "competencia real" entre operadoras, lo que abarataría las tarifas, actualmente "no ajustadas a los costes reales".
El portavoz de Telecomunicaciones de la Comisión Europea, Martin Selmayr, anunció ayer que el Ejecutivo comunitario está dispuesto a a aceptar que los usuarios de teléfonos móviles tengan que pagar por recibir llamadas en la UE.
EL DEBATE, UNA "CORTINA DE HUMO"
Para la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC), el debate abierto sobre la posible facturación de llamadas al receptor "es una cortina de humo que oculta los verdaderos problemas de sobreprecio de la telefonía móvil". Aún así, la asociación expresó su rechazo a la posible medida.
AUC recordó que casi todos los reguladores de la Unión Europea, incluida la CMT, han obligado a las operadoras de telefonía a reducir "de forma importante" los costes de interconexión, aunque la rebaja en los precios mayoristas "no se ha trasladado significativamente" a las tarifas de los usuarios finales.
Asimismo, la asociación reivindica que se extienda a la telefonía móvil el concepto de servicio universal, actualmente restringido a la telefonía fija, de forma que se asegure a los ciudadanos unos niveles de calidad y prestación suficientes, y un precio asequible.
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