Filtros y complicados engranajes impiden el desarrollo de las buenas ideas en las empresas.
Un anuncio portugués de Fuel Lisboa mapea el laberinto burocrático de las empresas y lo fácil que resulta matar una buena idea por el camino.
Los empleados y emprendedores deben sortear todo tipo de obstáculos (desde el director de planificación estratégica hasta la mujer del directivo correspondiente) para conseguir que sus propuestas sean discutidas al más alto nivel.
Superar esa carrera de obstáculos no es nada fácil. Una gran mayoría se pierden por el camino, otras sufren tantas modificaciones que es difícil reconocerlas cuando llegan finalmente a ser discutidas.
Como dice el anuncio, "hay muchas maneras de matar una idea"
