El director del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Michael Chertoff, instó a los "mejores y más brillantes" especialistas del sector privado a colaborar con el gobierno para proteger a las redes informáticas de posibles ciberataques. Dijo que las graves amenazas al ciberespacio son "equivalentes a lo que este país sufrió trágicamente el 11-S".
Chertoff lanzó la comparación durante su presentación en la mayor conferencia internacional sobre seguridad informática - RSA 2008 - que tiene lugar en San Francisco, California. Dijo que los ataques cibernéticos pueden transformarse en una "guerra devastadora" y causar daños similares al "peor tipo de destrucción física".
El director del Departamento de Seguridad Nacional puso como ejemplo los ataques electrónicos a Estonia. El año pasado, este país de la ex URSS denunció un ataque informático y cargó de sospechas a Rusia, en ese momento enfrentado políticamente. Desde Moscú negaron estar involucrados.
Lo cierto es que durante algunas semanas de 2007, numerosas páginas gubernamentales de Estonia fueron hackeadas y redirigidas a sitios de propaganda rusa. Mijaíl Tammet, en ese entonces a cargo de la seguridad informática del país, dijo que Estonia depende en gran medida de Internet. "Tenemos un e-gobierno (gobierno electrónico), un gobierno sin papeles, sin documentos escritos ? explicó, y agregó ? todos nuestros servicios bancarios se hacen por la web e, incluso, elegimos nuestro parlamento por Internet".
En la conferencia en San Francisco, Chertoff ejemplificó: "Imagínense un ataque sofisticado contra nuestros sistemas financieros que provocara su parálisis, esto conmocionaría los principios de confianza en que se basa nuestro sistema."
No hace falta imaginar mucho. La última "Jungla de Cristal" con toda la imaginería clásica de este tipo de filmes nos muestra que sucedría en caso de producirse un ciberataque de gran alcance.
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