Los fabricantes venden seguridad pero la realidad es que ninguno cifra con el máximo cifrado y a la hora de la verdad no existe el 100% de seguridad, algo que ha puesto en duda el FBI al lograr con un hacker israelí acceder al iPhone del terrorista pese a que APPLE se negará a colaborar.
¿No sugiere este hecho que la tecnología de encriptación de Apple no es tan avanzada como se pensaba? Pues es la realidad y es que en el fondo el contenido tiene que descifrarse para poder verse en el móvil y eso significa que un experto puede hacerlo y por lo tanto nuestra intimidad no esta del todo protegida.
La verdad que Internet depende de grandes empresas y todas ellas son americanas APPLE, GOOGLE y FACEBOOK entre otras y por ello parecería raro que dichas empresas se negaran a colaborar con el gobierno de Estados Unidos cuya democracia es a menudo más limitada al poner por encima de la privacidad la lucha contra el terrorismo, aplicar leyes retroactivas condenando prácticas que no lo eran antes, o con prácticas poco éticas.
Hasta que al hacer uso de un dispositivo no se generen claves de encriptación punto a punto entre usuarios de forma que se conserve en los servidores los contenidos sin que puedan entenderlo ni APPLE ni GOOGLE siempre nos quedará la duda sobre si alguien puede tener acceso al contenido.
Cuando mandamos una imagen por WhatsAPP a un grupo queda claro que se puede compartir el enlace y no se encripta en sí en los servidores probablemente lo cual demuestra la fragilidad del protocolo. Sin duda las APPs tendrán que mejorarse y la conservación de los contenidos protegerse mucho más si queremos vivir en un mundo dónde la privacidad esté asegurada.
Enlaces: Medio Tiempo
