El iPad, una amenaza para los libros impresos

La industria editorial saluda la llegada del nuevo dispositivo de Apple pero es consciente del peligro que supone para su lucrativo negocio.

Angel Cortés – Con la mosca tras la oreja. Así podríamos definir el ambiente en el sector del libro con la llegada del iPad y la popularidad que están empezando a adquirir los lectores de libros electrónicos.

Aunque de puertas afuera muestran cierto optimismo, todo lo contrario sucede cuando «off the record» te expresan sus impresiones. El temor es más que evidente en un sector que vio como en pocos años el lucrativo negocio de la música caía por los suelos con la popularidad de los «MP3». Ahora temen que este fenómeno vuelva a repetirse en su mundo, el de los libros.

Hasta el momento el mundo del libro no se ha visto afectada por la piratería de todo tipo de contenidos multimedia. Y no es que no existieran libros pirateados, los hay y muchos. Pero jugaban con ventaja. Bajarse un libro de la red e imprimirlo puede salir más caro que una edición económica y leerlo en formato PDF a través de un portátil, además de engorroso provoca un cansancio visual importante.

Todo lo contrario sucede con los e-readers. Estos cuentan con pantallas adecuadas, son ligeros y manejables y no hace falta imprimir el libro para leerlo con total comodidad y en cualquier lugar.

Kindle, el primero, iPad, «el killer».

La llegada del Kindle de Amazon abrió una nueva era gracias el empuje mediático que consiguió. Además, los acuerdos de Amazon con la industria facilitaron que por primera vez estos dispositivos tuvieran a su disposición obras de cierta envergadura y no los clásicos de toda la vida a los que les han caducado los derechos de autor.

Dentro de unas semanas hará su estreno, el iPad de Apple. Llegará precedido de una fuerte campaña promocional sin escatimar recursos. La primera muestra ya la vimos este domingo cuando insertó un anuncio durante la retransmisión de la ceremonia de los Oscars.

Pero es más, Apple está desarrollando un intenso trabajo para llevar este dispositivo a las escuelas y que estas sustituyan el clásico libro impreso por ediciones electrónicas. Es una apuesta al futuro. Son conscientes de que si los muchachos se adaptan a leer a través de estos dispositivos sus libros escolares y textos clásicos acabaran adoptándolo como sustituto del libro clásico.

Interés creciente

Reciamente la empresa ChangeWave realizó una encuesta en este país para conocer cuál era la opinión de los estadounidenses hacía el iPad. Después de explicarles el producto, un 4% de los entrevistados mostraron su interés en adquirirlo.

En la misma encuesta se preguntaba a los conocedores de estos dispositivos cuáles eran sus planes de compra en el futuro. Un 40% manifestaron su interés en adquirir un iPad, un 28% el Kindle y un 6% en Nook de Barnes & Nobles.

Estos porcentajes son aún hoy por hoy minoritarios, apuntan algunos analistas, pero suficientemente ilustrativo de una tendencia que en pocos años (cuatro o cinco) puede llevar al libro electrónico a sustituir las ediciones impresas, al menos en su versión económica. Tal, como reconocen los propios editores, muchos no creían que un MP3 sustituyera a los CDs… Hoy los CDs están en franca retirada y la industria deber invertir muchos más recursos y dinero en asegurar la rentabilidad de sus lanzamientos. ¿Sucederá lo mismo con los libros?

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