Un buen lugar para ver el verdadero frente de batalla entre Microsoft y Google es lo profundo de la Biblioteca Británica en Londres.
En una habitación bajo el edificio rojo de la biblioteca cerca de la estación ferroviaria de St. Pancras, un equipo financiado por Microsoft está trabajando 14 horas al día para escanear estante tras estante de libros.
Lanzado hace un año, el proyecto escaneará 25 millones de páginas cuidadosamente preservadas del archivo del siglo XIX de la Biblioteca Británica, alrededor de 100.000 libros, en el transcurso de los próximos dos años.
Además de las colecciones de otras bibliotecas como Yale y Cornell University, las páginas tienen como destino Live Search Books, la respuesta de Microsoft al buscador de libros de Google.
Es un campo en el que Microsoft está tratando de alcanzar a Google, cuyo proyecto de digitalización en masa ya cuenta con alrededor de un millón de libros online, 10.000 editoriales y casi 30 grandes librerías internacionales asociadas.
Si la oferta del inventor del sistema operativo de Yahoo es un esfuerzo por lograr más espacio publicitario online, este minucioso copiado apunta a una falla más profunda detrás de la debilidad de la publicidad: la búsqueda.
«Construiremos la lealtad cuando podamos responder las preguntas de la gente de mejor forma y entonces en última instancia incrementaremos el tamaño de nuestra comunidad de usuarios,» dijo Cliff Guren, director de Microsoft de la Editorial Evangelism, un título que la compañía espera que atraiga a bibliotecas y a editoriales a su plan.
«Al hacer esto incrementamos nuestra cuota de consultas, lo que nos ayuda a aumentar las tarifas publicitarias y así es como nuestro negocio genera dinero,» dijo.
La cuota de consultas es el porcentaje de solicitudes de búsquedas Web de consumidores individuales atraídos por servicios como Google y Microsoft.
La firma de mediciones de audiencia en internet comScore estima que sólo 4 por ciento de las búsquedas en internet a nivel mundial usar el motor de Microsoft, contra el 77 por ciento que lo hace mediante Google. Yahoo, el segundo mayor proveedor de búsquedas web, tiene una cuota del 16 por ciento.
Pero el problema de Microsoft no es solamente que Google es más grande. A medida que avanza la tecnología de búsqueda, el verdadero dolor de cabeza para la compañía cuyo software actualmente hace funcionar la mayoría de las computadoras del mundo es que Google tiene los ojos puestos en un premio más sofisticado.
LA INFORMACION DEL MUNDO
La misión de Google es «organizar la información del mundo y hacerla universalmente accesible y útil» y para hacer eso no sólo está desempolvando libros sino cualquier otra fuente de datos a la que pueda tener acceso.
Un ejemplo es cómo cualquiera que use una cuenta de correo electrónico de Google es invitado a no borrar nada: esos son datos que Google puede usar.
Su iniciativa de digitalización en masa es producto de una visión de la búsqueda en internet como una herramienta por dar no sólo con las palabras que ingresemos, sino también con las cosas que podríamos haber querido tipear, dijo Colin Gillis, un analista de internet de la firma de correduría Canaccord Adams.
Al igual que muchos conceptos en la industria de internet, esta idea puede ir con un título críptico: la Web Semántica. Es un concepto que ya está realizado en parte por algunos sitios electrónicos, por ejemplo cuando los motores de búsqueda reconocen un error de tipeo común.
Lograrlo requiere de datos.
«El componente importante de la Web Semántica es la digitalización en masa,» dijo Gillis. «Hace falta contar con toda la información, todas las piezas pequeñas. De las series comprensivas de datos vienen los conocimientos más profundos.,» agregó.
Aunque la lista de bibliotecas y editoriales a ambos lados de la carrera por la digitalización de Google contra Microsoft está creciendo rápidamente, el desafío va mucho más allá de los libros del mundo.
Jason Hanley, quien dirige las asociaciones de la Búsqueda de Libros de Google en Gran Bretaña, dijo que no había competencia por exclusividad entre su compañía y Microsoft.
«No diría que hay una carrera armamentística por seleccionar a ciertas personas con quienes trabajar y excluir a otras,» dijo Hanley. «Eso no tendría ningún sentido porque estamos tratando de ser comprensivos. Estas cosas son emprendimientos enormes,» agregó.
Ninguna de las compañías está dispuesta a decir cuánto están invirtiendo, pero Guren de Microsoft dijo que era «un compromiso financiero muy sustancial.» Los proyectos son estratégicos, dijo Danny Sullivan, editor en jefe de SearchEngineLand.com.
Sullivan dijo que Google marca la pauta gastando grandes cantidades de dinero para desarrollar nuevos negocios sin apurarse a recuperar lo invertido. Los libros son un ejemplo.
Google asume muchos proyectos del tipo castillos en el aire apostando a que algunos se conviertan en grandes generadores de dinero una vez que sean populares, permitiéndole a la empresa vender espacio publicitario a la par de ellos.
«Tanto Microsoft como Google están construyendo bibliotecas y la forma en que uno saca los libros de los estantes de estas bibliotecas digitales es por medio de sus motores de búsqueda. Sus motores de búsqueda son un bibliotecario electrónico,» aseveró Sullivan.
«La batalla no debería ser por la obtención de los libros, sino que debería ser por quién está elaborando el mejor bibliotecario.,» agregó.
RESTOS Y DESECHOS
Microsoft dice estar implementando un acercamiento selectivo. En la Biblioteca Británica, los libros destinados a las máquinas de escaneo incluyen ediciones de clásicos como «Bleak House» de Charles Dickens y «Robinson Crusoe» de Daniel Defoe.
«La misión general de Google ha sido organizar la información del mundo. Con ella Google incluye los restos y los desechos, lo bueno con lo malo porque están arrojando su red a lo ancho y a lo largo,» sostuvo Cliff Guren, de Microsoft.
«Nosotros estamos usando un acercamiento mucho más concentrado para determinar qué contenido necesitamos para lograr la satisfacción de los usuarios,» señaló.
Pero si bien puede que Microsoft sea más selectivo, Hanley de Google indicó que la selección no es relevante: «Algo que uno clasifique como inútil puede que otra persona no lo clasifique como tal,» sostuvo.
«Lo que para uno es manjar, al vecino ha de matar,» explicó.
Gillis, de Canaccord Adams, expresó que ese es el punto del proyecto.
En la Web Semántica, los datos serían «comprendidos» y podrían ser vinculados, automatizados y combinados por significados, sin importar su formato, con los motores de búsqueda haciendo asociaciones similares al modo en que lo hace el cerebro humano.
La cantidad de datos es crucial para ese objetivo, sostuvo. Cuántos más datos haya, más conexiones podrán establecerse y éstas serán mejores y más interesantes.
«La digitalización en masa ayudará a representar lo que yo llamo la verdad: una representación más completa de quiénes somos, y quiénes somos en tanto sociedad,» manifestó.
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