El país galo fue víctima como Estados Unidos y Alemania de ataques informáticos procedentes de China.
Pekín ha negado las informaciones de los medios occidentales que apuntan a que ‘hackers’ chinos entraron en los sistemas informáticos del Pentágono y en la cancillería y ministerios del gobierno de la alemana Angela Merkel.
Le Monde dijo que Francia había visto ataques similares, citando a Francis Delon, secretario general de Defensa de Francia (SGDN), un organismo de la oficina del primer ministro.
«Durante varias semanas, he tenido indicaciones claras de que Francia no había estado al margen de los ataques (de los hackers chinos)», dijo Delon, según Le Monde.
«(Hemos percibido) muestras de ataques que han alcanzado a los servicios del Gobierno (…) Podemos hablar de un tema serio», dijo Delon, pero añadió: «No estoy en posición de decir que esos ataques vengan del Gobierno chino».
El Pentágono ha dicho que los hackers informáticos consiguieron entrar en un sistema de correo electrónico público de la oficina del Secretario de Defensa de Estados Unidos Robert Gates, pero no quiso comentar en las informaciones del Financial Times que señalaban que el Ejército chino era el responsable.
Sin embargo, no se produjo ninguna amenaza a los sistemas clasificados o interrupción de las operaciones de defensa, añadieron.
En Alemania, la revista Der Spiegel informó la semana pasada que el servicio de inteligencia había informado en mayo al Gobierno de que piratas informáticos chinos habían accedido a las redes de los ministerios utilizando un programa «troyano» camuflado en documentos de Word o de Powerpoint.
El Ministerio de Exteriores británico no quiso comentar una información que apareció en el diario Guardian en el que se afirmaba que sus redes también habían sido atacadas, pero una fuente de la seguridad confirmó que había frecuentes intentos chinos de acceder a los sistemas del Gobierno británico.
Los ataques en Francia comenzaron después de la elección del presidente Nicolas Sarkozy a principios de este año y eran «del mismo origen» que aquellos producidos en otros países, según el SGDN, dijo Le Monde.
China ha rechazado las acusaciones de los gobiernos estadounidense y alemán.