Google quiere tener su vehículo autónomo en las calles en 2020

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La industria automotriz ha pasado el último siglo tratando de desarrollar una conexión visceral entre los conductores y sus autos. Este miércoles, el jefe del programa de vehículos autónomos de Google declaró en Detroit que gran parte de ese vínculo será pronto algo del pasado.

Chris Urmson, director de los autos que se conducen solos de Google, reconoció que un cierto porcentaje de los consumidores "son realmente apasionados por la experiencia de conducción" y sacan placer de manejar a través de curvas. "Pero muchas personas compran un auto porque quieren llegar de un lado a otro", afirmó.

Google espera tener vehículos totalmente autónomos en las calles en 2020, sacando al conductor completamente de la ecuación y entregando el manubrio virtual a su combinación sofisticada de software y sensores, que siguen mejorando y evolucionando, afirmó Urmson. Destacó el potencial para "transformar la vida de las personas a través de la movilidad", citando casos de personas ciegas y mayores que sentirían repentinamente una mayor libertad.

El gigante de Silicon Valley está explorando la idea de asociarse con fabricantes tradicionales para construir un vehículo así, afirmó, y ya está en discusiones con algunos. Google también está dejando abierta la posibilidad de licenciar sus sistemas o actuar más como un proveedor para la industria en tecnologías de conducción autónoma.

La compañía ya tiene relaciones establecidas con los proveedores más grandes del mundo, y su pequeña flota de autos de prueba –sin manubrio o pedales– fue construida en Michigan por el proveedor alemán Bosch. Google planea desplegar pronto estos autos en locaciones alrededor de Estados Unidos para evaluar su potencial, demostrado por Urmson en una conferencia de Automotive News.

Desplegada en pantallas de video, una mirada dentro del cerebro de un auto de Google mostró una colorida paleta de formas digitales verdes, moradas y amarillas, que actúan como la visión virtual del mundo que lo rodea mientras circula por las calles. Alimentado por señales láser, radares y sensores de cámaras, logra estar alerta en 360° y descifrar situaciones que los conductores humanos ya pueden entender.

Por ejemplo, Urmson citó instancias como reconocer los conos de una construcción y saber que una pista está por cerrar, o entender que detenerse sobre los rieles de un tren es peligroso. Actualmente, el software de la compañía puede reconocer cosas como símbolos pare, buses escolares y autos policiales, y adaptar el comportamiento del auto en base a ellos.

Cómo los gobiernos se adaptaran a un mundo con vehículos autónomos aún no está claro. Urmson levantó cejas esta semana al sugerir que Google no cree que necesita un permiso de oficiales federales de seguridad para avanzar en el despliegue de sus autos en las calles de Estados Unidos. Aunque declaró que la compañía está trabajando de cerca con la Administración Nacional de Seguridad en Carreteras (NHTSA), dijo que Google no cree que haya un "bloqueo regulatorio" que prohíba los autos de este tipo, mientras los propios autos cumplan con otros estándares de seguridad.

"Creo que si le preguntan a la NHTSA, dirían que no son una organización que entrega permisos", dijo, agregando que en vez "aplican regulaciones existentes".

A nivel de estados, varios de ellos como California ya han desarrollado reglas que permiten el uso de vehículos autónomos, aunque otros han dicho que sus leyes actuales no los prohíben necesariamente, ya que nadie había pensado en la idea de un auto sin un conductor.

Gordon Trowbridge, portavoz de la NHTSA, declaró que "tal como cualquier otro auto construido para ser usado en las calles de EE.UU., cualquier vehículo autónomo deberá cumplir con los estándares de seguridad federales, lo que cae dentro de la jurisdicción de la NHTSA". "La agencia tendrá las políticas y regulaciones apropiadas para asegurar la seguridad de este tipo de vehículos", concluyó.