Huffpost, ¿Periodismo 2.0 o autopromoción gratuita?

El modelo de periodismo de blog lanzado por la empresaria estadounidense de origen griego Arianna Huffington -el ya famoso Huffpost- es criticado por el experto Andrew Keen en el último número de la revista británica de pensamiento político "Prospect".

Según Keen, experto en internet y autor del libro "El Culto del Aficionado", el Huffington Post (Huffpost) es un ejemplo precoz de una empresa en la que los autores de los artículos aceptan trabajar gratis porque, más que el dinero, les interesa llamar la atención del público sobre sus personas.

Ese fenómeno lo predijo ya en el número de diciembre de la revista "Wired", el experto de Silicon Valley Michael H Goldhaber, quien escribió en un ensayo titulado "Attention Shoppers" que el bien más escaso en medio de la cacofonía digital que se avecina será la atención: es decir, conseguir que a uno se le escuche.

La "economía de la atención" no es una actividad "narcisista" sino que sólo busca fomentar las ventas de productos, escribe Keen: "Los famosos escriben gratuitamente en ese portal de internet para promocionarse, para dar a conocer mejor su identidad personal, para conseguir contratos de libros o de conferencias o anunciar su próxima película o su empresa tecnológica".

El problema, critica el experto, es que si a los ciudadanos puede parecerles en principio estupendo que les ofrezcan gratuitamente todos esos artículos de gente importante, a cambio pueden pagar un alto precio en materia de información fidedigna sobre los sucesos del mundo.

A medida que los periodistas profesionales sean sustituidos por famosos, cada uno con sus opiniones, que compiten entre sí por conseguir la atención del público, "¿cómo va a enterarse, por ejemplo, la propia Arianna Huffington, escribiendo su blog desde Los Ángeles, de lo que ocurre realmente en Teherán o Washington?", se pregunta Keen.

Cuando los periódicos norteamericanas cierran una tras otra sus corresponsalías en el extranjero, ¿cómo van a poder saber los lectores de Huffington si pueden fiarse de las cosas que se cuentan en su blog?", agrega el experto.

Por el momento, el HuffPost funciona porque las "luminarias" de la red de famosos que ha creado Huffington tienen acceso a la información fiable que periodistas y comentaristas profesionales publican regularmente en otros medios, explica Keen.

Pero, añade, "con el declive de la prensa tradicional aumentará el peligro de que los hechos empíricos sean sustituidos progresivamente por meras opiniones y los periodistas que buscan noticias, por simples comentaristas de opiniones fijas".

"Todo esto representa un peligro para la democracia representativa, señala Keen, pues en una sociedad en la que nadie puede llegar a saber lo que ocurre con certeza, será difícil que pueda votar" a los políticos con pleno conocimiento de causa.

El experto de origen británico advierte también de los peligros del llamado periodismo ciudadano, potenciado también por Arianna Huffington mediante una alianza con Jay Rosen, de la New York University, que se tradujo en la creación del proyecto OffTheBus para la cobertura de las pasadas elecciones presidenciales en Estados Unidos.

Uno de los riesgos, señala, que se puso de manifiesto cuando se contrató a una fallida novelista para que cubriese la campaña del candidato demócrata Barack Obama, es que muchas veces ese periodista improvisado puede verse más tentado a crear él mismo la noticia que a informar objetiva y responsablemente de lo que sucede.

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