Su idea es alimentar el teléfono celular con el viejo sistema de dinamo a manivela. Tracción a sangre. Sin energía eléctrica de por medio. Funciona igual en medio de la ciudad, en medio del Sahara o en lo alto de una montaña. Sólo necesita tener acceso a una señal satelital.
Según publica el medio francés Le Point, entre la recarga de energía y la conexión a internet se consume el 10% de la energía eléctrica disponible en el mundo. Por esta razón, además de solucionar el tema de la recarga en situaciones especiales, es también un aporte al ahorro energético.
La start up que fundaron Prieur y Toper se llama Pilo. Su producto fue presentado en el programa de tecnología de France 24. En este video se demuestra cómo funciona el aparato.
Se trata de un retorno a los viejos tiempos. La utilidad puede ser muy grande, aunque algo incómoda, teniendo en cuenta el tiempo que se perderá en cargar el teléfono. Sin embargo, hay empresas interesadas en desarrollarla y aportar a la reducción del consumo de energía.
Otras ideas que apuntan al mismo fin han tenido apoyo e incluso despertaron el interés de gigantes como Samsung. Es el caso de Whysips (marca-sigla de What you see is photovoltaic surface, Los que ves es una superficie fotovoltaica), una tecnología desarrollada por la start up Sunpartner que apunta a alimentar aparatos con energía solar.
Por el momento, Pilo se encuentra en fase de prototipo. Piensan tener un desarrollo completo y depurado en 2015. Con la manivela, le dará energía a razón de diez segundos de autonomía de uso por cada segundo invertido en accionar el dispositivo.
El nombre de la idea se originó en Colombia, país donde nació la esposa de uno de los creadores. Allí se utiliza el vocablo pilo para identificar a las personas inteligentes y despiertas. La apuesta de los franceses es comercializar este invento (smartphone + dispositivo de carga) en precios que podrían variar éntre los 20 y los 50 dólares.