Las llamadas tienen precio y duración fijos, y se induce al espectador a realizar varias.
La Unión de Consumidores de España (UCE) ha denunciado ante la Secretaría de Estado de las Telecomunicaciones el uso de números con prefijo 905 en concursos de las televisiones privadas, generalmente en horario de madrugada, y que han provocado que algunos usuarios reciban facturas de hasta 3.000 euros.
La asociación explica que, desde 2006, los números que prestan llamadas de alto coste para «servicios de ocio y entretenimiento» deben emplear el prefijo 806. Avisan de que las productoras de estos programas se saltan esa prescripción «para no aplicar la normativa de los números de coste adicional, que, entre otras cosas, les obligaría a dar información sobre el coste de la llamada. En la actualidad, indica UCE, la información que ofrecen en pantalla es «nula o ilegible», con lo que no cumple «los requisitos mínimos de información a los que tiene derecho el consumidor».
Los 905, recuerda la UCE, son líneas destinadas a la realización de encuestas o para la participación en televotos, que tienen una tarificación por llamada y no por tiempo de conexión. Así, una llamada de este tipo tiene un coste aproximado de 0,95 euros, de los que 0,80 son para la empresa responsable del servicio y 0,15 para la compañía telefónica, según UCE.
Los programa que utilizan estas líneas se emiten generalmente de madrugada y son concursos de respuestas sencillas, facilidad que puede favorecer la participación y más sumada a la actitud de los presentadores que ‘animan insistentemente’ al telespectador a llamar por las ‘grandes posibilidades’ de conseguir el premio ofrecido.
La «mecánica del fraude» consiste en que las llamadas a estos números están limitadas a una duración de 3 minutos, por lo que «los organizadores de estos concursos promueven un alto número del llamadas» para obtener más beneficio.
«El concursante entra en antena y opta al premio cuando, teóricamente, su llamada se sitúa en el puesto décimo en el orden de entrada, lo cual se produce muy raramente, con lo que el usuario tiene que seguir intentándolo«, asegura la UCE. Además, llamando a horas en las que no se emite el concurso, hay teléfonos que siguen operativos, con una grabación que dice que es «la novena llamada de diez«, y aunque es imposible concursar en ese momento, la llamada se cobra.
Las organizaciones de consumidores subrayan que este hecho ‘contrastan con las bases de varios de estos programas, en las que se afirma que las llamadas que no participen en el concurso no serán facturadas por su operador de telefonía’.
«Se están produciendo casos de facturas de hasta 3.000 euros, con el agravante de que en ocasiones la facturación refleja llamadas de apenas dos segundos», subrayan desde la UCE.
Para reclamar, una vez recibida la factura hay que contactar con la compañía y solicitar la factura desglosada, para que «se especifique el importe correspondiente a las llamadas normales y lo que corresponde a la empresa que contrata ese teléfono de tarificación adicional«. UCE aconseja «abonar solo lo que se adeuda a la compañía telefónica, dejando sin abonar el resto», y presentar una denuncia ante la Secretaría de Estado de las Telecomunicaciones.
La Unión de Consumidores de España cita los concursos de Antena 3: Buenas noches, buena suerte, Adivina quién gana esta noche y Supernova; los de Cuatro: Llámame y Contamos contigo; el de Telecinco: Telecinco dígame y los de La Sexta: Juega con la Sexta y Juego TV.
«El hecho de que exista un vacío legal respecto de la regulación de los teléfonos 905 no debería significar que se deban amparar conductas totalmente irregulares por parte de las empresas que prestan esos servicios», concluye.