Llegan las ecografías a distancia con el móvil

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Una pequeña sonda a través de un dispositivo USB permite recoger las imágenes para luego ser enviadas.

Según uno de los inventores del sistema, el ingeniero estadounidense William D. Richard, éste podría convertirse en 'el ordenador esencial del mundo en desarrollo, donde el personal médico preparado escasea, pero la mayor parte de la población, hasta un 90%, tiene acceso a antenas de telefonía móvil'.

Richard y su colega David Zar, de la universidad de Washington en Saint Louis, han diseñado la sonda tan pequeña que cabe en la palma de la mano, según ha informado la universidad en una nota.

La tecnología sirve para teléfonos móviles inteligentes compatibles con el sistema Windows de Microsoft, empresa que ha financiado la investigación con una beca de 100.000 dólares (77.000 euros).

'La medicina del siglo XXI se define por el diagnóstico por imagen', según Zar, quien ha subrayado que sin embargo el 70% de la población mundial no tiene acceso a este tipo de diagnóstico, ya que es difícil hacer una resonancia magnética o un escáner en una comunidad rural donde no hay electricidad.

Zar ha explicado que el objetivo del nuevo sistema es preparar a personas en zonas remotas del mundo para que sepan recoger las imágenes con los teléfonos. Luego podrían enviarlas a una unidad centralizada a muchos kilómetros de distancia o incluso en la otra punta del globo, donde especialistas pueden analizar las imágenes y hacer un diagnóstico.

Para que las sondas funcionen con los teléfonos inteligentes (smartphones), los investigadores han tenido que optimizar cada aspecto de su diseño y funcionamiento, desde el consumo de energía y la transferencia de datos hasta los algoritmos de formación de imágenes, según la Universidad de Washington.

El resultado son sondas para sacar imágenes de los riñones, el hígado, la vejiga y los ojos, sondas de endocavidad para ver el útero y la próstata y hacer biopsias, y sondas vasculares para obtener imágenes de las venas y las arterias.

Algunas cuestan menos de 2.000 dólares (1.530 euros) y la meta es que pronto valgan 500 (385 euros), mientras que una típica máquina portátil de ultrasonido se vende por hasta 30.000 dólares (23.000 euros), según la nota.

El sistema también es prometedor para los que cuidan a pacientes de distrofia muscular de Duchene, una enfermedad degenerativa que a menudo afecta a varones jóvenes y para la que no hay cura, aunque una manera de ralentizar el mal es mediante dosis diarias de esteroides.

La posibilidad de realizar ecografías frecuentes del tejido muscular de estos pacientes, que la mayoría de las veces están confinados a una silla de ruedas, permite conocer la eficacia de los esteroides y así ajustar las dosis para evitar sus efectos secundarios.

Richard y Zar tienen ahora la intención de colaborar con investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusets (MIT) para integrar su concepto de sonda-teléfono inteligente en una serie de pruebas médicas sobre el terreno en países en desarrollo. Una de sus aplicaciones puede ser también la militar, ya que el sistema permitiría a los médicos diagnosticar con rapidez la extensión de las heridas de un soldado para tratarle con mayor eficacia, afirman.