Obama se queda sin Blackberry por motivos de la seguridad nacional

Despegarse del móvil no es fácil y más en estos tiempos en que parece una extensión más del cuerpo. Pero a Barack Obama lo tendrá que hacer. El Presidente electo de Estados Unidos tendrá que apagar su Blackberry en apenas dos meses por motivos de seguridad nacional. Durante años, Obama ha estado pegado a su dispositivo móvil. En pocas ocasiones se ha podido ver al candidato demócrata separado de su Blackberry, a lo largo de su intensa campaña política.

Dentro de 64 días, fecha en la que entrará en la Casa Blanca, Obama tendrá que desconectar su teléfono móvil. El motivo de esta medida tan estricta es la seguridad. Uno de los requisitos que conlleva el cargo es que todas las comunicaciones del Presidente deben estar recogidas de forma oficial y sean puestas a disposición del público al cabo de los años. Además, la normativa también exige que los presidentes se deshagan de sus cuentas de correo electrónico.

Al igual que convirtió el tradicional mensaje radiofónico del presidente en un vídeo que se publicará en YouTube, Obama quiere cambiar esta ley. La decisión todavía no se ha tomado, pero el presidente electo podría convertirse en el primero con la posibilidad de mandar y recibir emails, aunque los asesores del demócrata afirmaron que parece difícil.

Pese a las restricciones, el Presidente no ha cambiado nada de sus hábitos. En los últimas semanas, se ha podido ver a Obama escribiendo sus pensamientos y sensaciones en su Blackberry, eludiendo, por el momento, la burocracia que poco a poco le va exigiendo la desconexión de sus aparatos electrónicos. Además, es probable que el demócrata pueda hacer uso de sus ordenador en la mesa del Despacho Oval, convirtiéndose en el primer Presidente Norteamericano en hacerlo. En cuanto a su correo electrónico,no ha dado de baja su cuenta de correo, que posee desde hace muchos años.

EL ULTIMO MAIL DE BUSH

El Presidente electo de Estados Unidos es el segundo presidente que está luchando contra esta imposición 'voluntaria' de aislamiento. El primero en quejarse de la dura medida fue George W. Bush, quien tres días antes de su primer acto político como Presidente electo, mandó un mensaje a 42 amigos y conocidos explicándoles que ya no iba a poder usar el móvil ni el correo electrónico.

"Como no quiero que personas extrañas lean mis conversaciones privadas, la única solución que encuentro es no corresponder los e-mails a través del ciberespacio", escribió Bush en uno de sus últimos correos desde la antigua dirección [email protected]. "Esto me entristece. Me ha alegrado hablar con cada uno de vosotros".

Obama parece que va a luchar por mantener su 'libertad' cibernética ya que es "muy importante para él tener información no filtrada". "Me imagino que le va ser muy difícil adaptarse a la nueva situación", lamentó una de sus consejeras durante la campaña, Linda Douglass. Durante los debates entre John McCain y Barack Obama, se estableció un requisito fundamental: Blackberrys No. Todos depositaron sus dispositivos en la mesa pero Obama no podía dejar de echar un vistazo de vez en cuando a la pantalla.

La ley que controla las comunicaciones de los presidentes responde, según la encargada de dirigir el programa de estudios de la Universidad de Georgetown, Diana Owen, "a motivos de seguridad y al miedo a que los mensajes presidenciales puedan ser interceptados".

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