El país europeo busca convertirse en un centro estratégico para el negocio de los dominios.
A través de una nueva ley aprobada el pasado 19 de diciembre, Luxemburgo es hoy el paraíso para los domainers.
Luxemburgo se propone reducir radicalmente los impuestos que gravan las plusvalías cuando se venden nombres de dominios. Así busca convertirse en la sede de inversores y compañías que tengan en su cartera con miles de dominios con el objetivo de venderlos o alquilarlos para su explotación.
La nueva normativa facilitará que las inmensas plusvalías que puedan generarse por la venta de dominios (por ejemplo, un dominio comprado por 100 euros y que se vende por 100.000) no sea un lastre para el desarrollo de esa nueva industria que se perfila como uno de los más dinámicos en el futuro de la red.
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