Luego de que la cantante Taylor Swift dijera que la música es un arte, y retirara su discografía de Spotify, pues no quería ser parte del ‘experimento del streaming’, la compañía, a través de Daniel Ek, CEO y cofundador de Spotify, salió a defender sus intereses dejando en claro dos cifras.
Una de ellas es 0. Sí, ‘cero’, que para Ek representa la cantidad de dinero que deja la piratería a los artistas. Y la otra es 2.000 millones, que equivale a todo el dinero (en dólares) que ha pagado Spotify, desde el año 2008, por derechos de autor a los artistas, discográficas y demás miembros de la industria.
‘Taylor Swift está, absolutamente, en lo correcto: la música es arte, el arte tiene valor real, y los artistas merecen ser pagados por ello’, comenta Ek. Asimismo, defiende su negocio afirmando que el valor de los US$2.000 millones pudo ‘no haber dejado nada en compensación a los artistas y autores, a través de la piratería o servicios prácticamente equivalentes, si no hubiera Spotify’, haciendo alusión a sus competidores en el mercado de streaming que no cobran nada a los usuarios.
‘Estamos trabajando día y noche para recuperar el dinero de los artistas y la industria musical, que la piratería estaba robando‘.
Finalmente, el CEO de Spotify argumenta que el negocio del streaming tiende a ser mucho mejor, pues su propia base de usuarios suscritos ha crecido hasta alcanzar los 12.5 millones, luego de que en mayo de este año se reportara 10 millones.
