Vendedores de 'La Farola' británica convertidos en reporteros con 'smartphones'

The Big Issue

El diario británico 'The Big Issue' se distribuye en Reino Unido por personas sin hogar, que venden el diario en cerca de 3.000 puntos de todo el país. Los responsables de la publicación han anunciado que darán a sus distribuidores 'smartphones' para que puedan generar noticias de sus zonas de distribución usando Twitter, Facebook, blogs y captando imágenes y vídeos.

'The Big Issue' es un diario similar a 'La Farola' en España. Se trata de una publicación distribuida por personas sin hogar, que venden el periódico a la salida de centros comerciales o en lugares de mucho tránsito. Los vendedores adquieren el periódico por una libra (1,14 euros) y los venden por dos (2,28 euros). El diario vende 136.000 ejemplares a la semana y, según The Telegraph, se estima que 646.000 personas lo leen cada semana.

La organización del diario británico ha decidido aumentar las funciones de sus distribuidores. Los responsables de The Big Issue quieren que sus distribuidores se conviertan al mismo tiempo en reporteros. Para ello van a facilitarles teléfonos inteligentes desde los que podrán capturar cualquier acontecimiento o escribir comentarios sobre hechos destacados en sus zonas en Twitter, Facebook o en blogs creados para ello.

La iniciativa también es un intento por mejorar los contenidos online de la publicación, generando informaciones de primera mano por testigos directos del diario. "La producción de contenidos digitales pueden generar una base de clientes nuevos y más amplios", ha explicado la compañía sobre su iniciativa en un comunicado.

"Queremos que se conviertan en los ojos y los oídos de sus barrios, que ofrezcan una perspectiva única. Están en las calles de todo el país y mantienen una relación única con su área local", ha explicado el fundador de 'The Big Issue', John Bird, en declaraciones recogidas por el diario 'The Telegraph'.

Uno de los socios de la publicación facilitará a los cerca de 3.000 distribuidores los equipos necesarios para poder realizar esta práctica. La compañía pagará las cuotas de conexión de los teléfonos y los empleados tendrán que comprometerse a respetar unas normas de consumo para evitar el gasto desmedido en las facturas.

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