Aplicación espia lo que hacen los empleados con sus móviles corporativos

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En el mundo corporativo cada vez más competitivo, el acceso y la restricción a la información de las empresas para empleados y clientes es un asunto cada vez más serio y que necesita de soluciones modernas.

 

De acuerdo con César Berenguer, de la empresa Air Watch, que está presentando ese y otros servicios durante la World Mobile Congress en Barcelona, el control de la información corporativa es una nueva forma de encarar el desafío dentro de un trabajo.

“La tendencia en Estados Unidos y Europa es esa y ahora estamos buscando administrar mejor los dispositivos corporativos” explica el ejecutivo, lamentando que poca gente aún sepa que ese control es posible. En la práctica, una empresa que le provee a un empleado un dispositivo móvil de trabajo (un smartphone o una tableta) puede controlar todo: cuáles son sus accesos, qué aplicativos se pueden utilizar o hasta con qué softwares deben trabajar preferentemente. “Si la empresa quiere que las llamadas seas hechas por Skype y el operario no procede de ese modo, tenemos cómo saberlo. También podemos saber si está trabajando y no jugando al Angry Birds”, explica Berenger.

El control puede ser ampliado y detallado en cada documento. Por ejemplo, las empresas pueden disponer de documentos para empleados y clientes codificados y limitados. Sin necesidad de imprimir, de reenviar por e-mail a terceros. “Puedo proteger la información de modo que la empresa pueda decidir lo que el empleado hace con la documentación de la compañía”, afirma Berenger. En algunos casos, como con los bancos, los documentos pueden ser totalmente cerrados. “Los encriptamos y sólo se pueden abrir a través de un aplicativo de seguridad”, detalla.

Pero no sólo en las empresas ese control puede hacerse efectivo. En las escuelas, también. Uno de los ejemplos brindados por Berenger ocurre en Brasl, más precisamente en la Escuela Integral de Campinas, que suministra el material didáctico a sus alumnos a través de tabletas. “Administramos casi tres mil tabletas de los alumnos. Eso quiere decir que cada uno tiene aplicativos referentes a su año lectivo. Cada alumno recibe todos los documentos digitalmente y, al mismo tiempo durante el día, podemos restringir el dispositivo para que la cámara, el Facebook y el Messenger no funcionen y así se centren sólo en los estudios. Para que no puedan visitar internet”, admite Berenger. Sin embargo, después del horario escolar, pueden tener acceso a todo, afirma.

Otra solución que la empresa ofrece a sus clientes es bloquear la entrega de correos electrónicos a operarios fuera del horario laboral. “El algunos países ya existen leyes que obligan las empresas a pagar hora extra en esos casos”, subraya. “O incluso si el empleado deja la empresa, los datos referentes al trabajo puedan ser borrados para protección de la compañía”, agrega.

Esto mismo puede aplicarse con pacientes de un hospital, cuyo médico tiene en su tableta información sobre su tratamiento “Podemos bloquear esas informaciones para que cuando el médico deje la clínica, pierda su tableta o sea robado, esa informaciones no caigan en manos equivocadas”, concluye.