Científicos simulan cómo sería realmente un brote de zombies en EE.UU.

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Los investigadores de la Universidad de Cornell aplicaron la física estadística para estudiar una ficticia epidemia de este tipo. En el caso supuesto de que se desatara una epidemia de zombies, tal como tantas veces se ha visto en el cine, la televisión o la literatura, la recomendación de los científicos sería huir hacia las montañas del norte de Estados Unidos.

Eso se desprende de una investigación realizada por un grupo de especialistas de la Universidad de Cornell, quienes imaginaron cómo sería en la realidad un ataque como este, utilizando la física estadística para determinar de qué forma se expandiría el brote a través del país norteamericano.

"Hacer modelos de contagio con los zombies te conduce a través de muchas de las técnicas usadas para enfermedades reales, aunque acá en un contexto más divertido", asegura Alex Alemi, quien participó del estudio en Cornell.

Los investigadores realizarán una presentación el próximo 5 de marzo en una reunión de la American Physical Society, donde exhibirán sus modelos de física estadística acerca de los "muertos vivientes".

"En lo central, las simulaciones son parecidas a modelar reacciones químicas que toman lugar entre diferentes elementos  y, en este caso, tenemos cuatro estados en los que una persona puede estar: humano, infectado, zombie o zombie muerto, considerando aproximadamente 300 millones de personas", explica Alemi.

"Es interesante por sí mismo como modelo, cercano a los tradicionales modelos SIR (sujeto susceptible, infectado y resistente), que son usados para muchas enfermedades, aunque en este se añade una no linealidad adicional", añade.

Las proyecciones a gran escala tienen un elemento de aleatoriedad, incluyendo una serie de posibles interacciones (que un zombie muerda a un humano, que un humano mate a un zombie, que un zombie se mueva, etc.). "Tratamos de simular los tiempos que tomaría detonar todas estas interacciones, que es donde aparecen las complicaciones, porque cuando una cosa ocurre, puede afectar las tasas de todas las otras cosas", añade.

Las conclusiones "prácticas" son una de las partes más llamativas de la investigación. "Si hay un brote de zombies, se asume que afecta a todas las áreas por igual, y algunos meses después te quedas con un puñado de sobrevivientes. Pero en nuestro intento de hacer un modelo más realista sobre los zombies, no pareciera que las cosas serían así", afirma Alemi.

"Dada la dinámica de la enfermedad, una vez que los zombies invaden un área escasamente poblada, todo el brote se hace más lento. Hay menos humanos a los que atacar, por lo que se empiezan a formar zombies a una tasa más baja", añadió el investigador, quien dijo que sería más realista una película donde Nueva York pudiese caer completo en un día, pero que sectores más alejados de la ciudad tuviesen días para "prepararse" a la llegada del brote.

En el caso de Estados Unidos, la recomendación de los autores sería escapar a las Rocallosas del norte del país. Alemi advierte que si bien no es una sugerencia útil por la inexistencia de zombies, es "entretenido saberlo" y subraya los beneficios que puede tener aplicar la ciencia a temas como este.

"Buena parte de las investigaciones modernas pueden ser poco atractivas para la gente porque las técnicas son complicadas y los sistemas o modelos estudiados, carecen de una conexión fuerte con experiencias cotidianas", afirma Alemi. "No es que los zombies sean algo cotidiano, pero mucha gente puede entenderlos".