El futuro inmediato de la gastronomía pasa por los blogs, las páginas web y otras formas de comunicación a través de internet, según los expertos que hoy han participado en las conferencias de Madrid Fusión, que este año tiene como lema 'gastronomía, internet y nuevas tecnologías'.
El crítico gastronómico y bloguero Carlos Maribona, asegura que incluso el futuro de las guías de restaurantes están 'en entredicho', pues cuando se publican ya están pasadas frente a la información actualizada de un blog.
El coordinador de 'Salsa de Chiles' considera que la inmediatez y la capacidad de respuesta altera incluso la crítica gastronómica y cree que, en breve, 'todos los críticos gastronómicos reconocidos tendrán su propio blog'.
Actualmente 'Salsa de Chiles' es el único blog coordinado en España por un profesional que se actualiza continuamente mientras que blogs de cocineros sólo existe el de Marcos Morán del restaurante 'Casa Gerardo', en Asturias.
La mayoría de los blogs gastronómicos están dirigidos por aficionados y Maribona siente la preocupación de que gran parte de ellos están hechos para sacar partido en su propio beneficio.
Entre los aspectos negativos de los blogs, tanto Carlos Maribona como sus compañeros de conferencia -Javier Ferradal de 'Los tres cerditos' y David de Jorge de 'Glotonia'- han destacado las descalificaciones e incluso insultos que pueden verter los blogueros.
Ante esto proponen un registro a todos los que participan, aunque estas limitaciones van en contra del espíritu del blog: el anonimato que hace que se den opiniones más variadas y que exista una mayor participación.
Los participantes del debate sobre las páginas web de restaurantes han defendido que con un buen sitio en internet se pueden aumentar las reservas en un 30 o 40 por ciento, aunque han advertido que es necesario actualizarlas constantemente.
Las reservas de mesa on-line han sido otro de los temas tratados en la cumbre gastronómica, por la fidelización de clientes que se puede lograr.
Explicaron que ya hay restaurantes que han sustituido el tradicional libro de reservas por un software que registra y almacena los datos del cliente, como la mesa en la que se sentó la última vez, el menú que degustó e incluso la factura.
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