El trasero de Kardashian no pudo “romper” Internet... los tiburones ¡si!

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La semana pasada, la revista Paper medio en broma, medio en serio dijo que la publicación de las fotos de Kim Kardashian colapsarían Internet de tal modo que muchos tendrían la sensación de esta estaría rota. Pero aquí estamos. Internet sigue funcionando y a pesar del fuerte impacto mediático que tuvieron esas imágenes, la red se mantuvo en pie.

Por supuesto que ni la revista ni la celebridad estaban hablando en serio, pero nos dejaron pensando: ¿es posible destruir internet?

Sería difícil. Internet está compuesta de muchas redes que permiten que la información viaje de una computadora a la otra.

Para eso, la información se divide en paquetes de datos y luego va pasando entre máquinas en todo el mundo, tan rápido que parece sólo un instante.

Los enrutadores o routers, como el que quizás tienes en la sala de tu casa, ayudan a dirigir esos datos desde tu computador a un servidor de web, que almacena la información y ayuda a enviártela de vuelta.

"Internet es como una telaraña: hay muchas maneras de cruzarla", explica Gary Thornton, vocero de la Asociación de Tecnología de la Información británica.

"Uno puede obstruir una de las rutas pero hay varias vías alternativas", le dice a la BBC.

"Si una ruta se daña, puede ser costoso repararla. Quizás eso implique una interrupción localizada, así que el flujo tomará un poco más de tiempo, pero eso es todo: internet seguirá funcionando".

Fotos de Kim Kardashian totalmente desnuda hacen furor en Internet

"La red global fue diseñada desde el principio para ser segura y robusta", agrega.

"Fue desarrollada durante la Guerra Fría, cuando Estados Unidos vivía en paranoia, así que todo tiene múltiples redundancias: todo en la médula de internet fue hecho con una forma alternativa de funcionamiento".

El director del centro de ciberseguridad de la Universidad de Oxford, Ian Brown, señala que si Kim Kardashian quisiera romper la red, debería publicar un video de 10 minutos, pues eso ocuparía más ancho de banda.

El ancho de banda es la cantidad de datos que pueden fluir por un cable o conexión de internet en un momento dado.

No obstante, señala Brown, probablemente ni siquiera así habría podido "romper internet".

"La red global está distribuida de tal manera que tiene sus componentes en todo el mundo", le dice a la BBC.

"No es como si tuviera un nodo central o punto de conexión que se va a sobrecargar".

"Hay millones de servidores y cables, así que incluso si algunos de los cables de banda altamente ancha se rompen –lo que puede ocurrir, por ejemplo, si el ancla de un barco se enreda con ellos– todo lo que ocurre es que la información va por una ruta distinta", ilustra el catedrático.

"Quizás internet empiece a funcionar más lentamente, pero la mayoría de la gente ni se daría cuenta".

Los tiburones son más peligrosos

Muchos de los cables de fibra óptica de internet están bajo el mar. Es por eso que en agosto uno de los gerentes de producción de Google dijo que la firma iba a reforzarlos para protegerlos de mordiscos de tiburón.

Así que los tiburones puede ser un problema; Kim Kardashian, no.

Pero, si apagar internet es tan difícil, ¿cómo hacen los gobiernos autoritarios para evitar que la gente la use?

Una de las manera de controlar la red, explica Brown, es diciéndole a las "grandes compañías telefónicas, que son las que generalmente manejan las conexiones de internet, que impidan las conexiones nacionales con el resto de internet".

Pero incluso eso es problemático.

A menudo hay otras vías para que fluya la información, ya sea a través de cables, satélites o radios.

La web es robusta: grandes eventos la pueden hacer más lenta, pero es difícil que colapse.

Esa es una de las razones por la que hoy en día internet es la forma principal de comunicación, según Brown: porque es "muy flexible y robusta".

Aunque sí hubo una ocasión en la que internet estuvo lenta: en 2001, tras los ataques contra EE. UU. del 11-S.

"Ocasionalmente, en un área geográfica y un conjunto de conexiones específicos, si hay un evento noticioso enorme, se da algo de congestión o ralentización", dice Brown.

"Ese día lo hubo pues todo el mundo estaba en busca de noticias de EE. UU.; estaban viendo video, que ocupa mucho más espacio de banda que la fotos o las páginas web".

"Esa combinación de enorme demanda y capacidad temporalmente reducida causó algo de congestión pero ciertamente no rompió internet".