Empresas de Internet despiden el desastroso 2008 con sus esperanzas puestas en Obama

Las acciones de la mayoría de los actores de la industria tecnológica han bajado considerablemente, y esperan que las medidas propuestas por el presidente electo salven la situación.

Internet ha sido una de las protagonistas de la campaña más cibernética de la historia de EEUU, pero este año el sector también acusó la crisis con despidos, desplomes en bolsa y un futuro más que incierto para muchas firmas.

A poco más de un mes para que acabe el 2008, el índice Nasdaq ha perdido un 46 por ciento desde enero y apenas supera hoy los 1.400 puntos, algo que no sucedía desde finales de 2002, poco después de la crisis de las puntocom.

Los títulos de Yahoo, en caída libre desde que el portal rechazara a comienzos de año una oferta de compra de Microsoft por 44.600 millones de dólares, llegaron a cambiarse la pasada semana a 8,9 dólares, su precio más bajo desde comienzos de 2003.

Ni siquiera Google, considerado el rey de Internet y una empresa prácticamente inmune a las dificultades económicas gracias a su sistema para obtener ingresos publicitarios, ha logrado salvarse.

Sus títulos llegaron a costar 741 dólares en noviembre de 2007 pero desde entonces han perdido más de la mitad de su valor y, para desesperación de accionistas y empleados con participaciones en la firma, hoy se cambian por debajo de los 300 dólares.

Muchas empresas del sector no han podido evitar los despidos y el fantasma de la crisis de las puntocom, cuando la burbuja del Nasdaq estalló y cientos de compañías de Internet echaron el cierre, ha vuelto a recorrer Silicon Valley.

El sitio de subastas en la red eBay anunció en octubre que eliminará más de 1.000 empleos, en torno al 10 por ciento de sus puestos de trabajo en todo el mundo, y Yahoo confirmó poco después que recortará su plantilla en un porcentaje similar.

La situación es aún más complicada para las pequeñas empresas o startups, que aún no cotizan en bolsa ni obtienen beneficios y están completamente a merced de la financiación de inversores o compañías de capital-riesgo.

"Algunos inversores reconocen que van a ser más conservadores en el futuro y ya hay compañías a las que les está costando más obtener líneas de financiación,” dijo Brian Fan, directivo Cleantech Group, una organización estadounidense pionera en inversión en energías limpias.

Un presidente tecnológico

En medio de este panorama desolador, los empresarios han puesto todas sus esperanzas en el presidente electo Barack Obama, que ha prometido apoyo al sector tecnológico y ha predicado con el ejemplo durante su carrera hacia la Casa Blanca.

Esta campaña ha sido la más cibernética en la historia de EE.UU., pero Obama fue quién más provecho supo sacarle a Internet, usando las redes sociales o servicios como Twitter y YouTube para recaudar fondos, movilizar al electorado y lograr el apoyo de los votantes más jóvenes.

El presidente electo ha prometido ventajas fiscales para incentivar la contratación y quiere eliminar los impuestos sobre el beneficio del capital para los inversores en startups, algo que se ha recibido con los brazos abiertos en Silicon Valley.

Además, Obama proyecta invertir en el sector de las energías limpias 150.000 millones de dólares y garantizar que un 10 por ciento de la energía utilizada en EE.UU. venga de fuentes renovables en 2012, entre otras medidas.

Su campaña incluyó promesas como “asegurar la libertad de Internet” o la posibilidad de crear el puesto de un “director de tecnología nacional” para “llevar el gobierno al siglo XXI”.

La creación de este puesto, algo así como un Chief Technology Officer (CTO) para el Gobierno estadounidense ha sido especialmente aplaudida en el sector y se espera que Obama lo nombre en las próximas semanas.

"Podría ser una forma brillante de promover la Tecnología de la Información dentro y fuera del Gobierno,” dijo a EFE Robert Atkinson, presidente de la Fundación para la Tecnología de la Información y la Innovación, un instituto de investigación especializado en tecnología.

Los rumores sobre posibles candidatos a este cargo circulan desde hace semanas en el sector y se han citado nombres como el de Jeffrey Bezos, fundador de Amazon, Steve Ballmer, consejero delegado de Microsoft, o el CEO de Google, Eric Schmidt.

Atkinson opina que el CTO ideal sería alguien con experiencia en el sector tecnológico y también en el Gobierno, alguien como Julius Genachowski, ex asesor de la Comisión Federal de Comunicaciones y empresario de Internet que ya forma parte del equipo de transición de Obama.

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