Intel y la Universidad Politécnica de Madrid, en busca del portátil más ecológico

ImagenLa universidad española es una de las participantes en un concurso de Intel que busca diseños innovadores para recargar ordenadores portátiles ahorrando energía

El concurso organizado por Intel sobre Energías Renovables (Competition on renewable energies, CORE) y lanzado en la primavera de 2007, está muy cerca de alcanzar su fase crucial ya que los equipos participantes están ultimando sus creaciones para la recta final del concurso, que termina a finales de octubre. Entre los participantes se encuentra la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), que está ultimando los detalles de su propuesta de fuente de energía limpia y renovable para alimentar a un ordenador portátil.

Como los demás equipos, el de la Politécnica comenzó su trabajo el pasado mes de abril, cuando Intel animó a las universidades europeas a diseñar dispositivos ingeniosos y formas respetuosas con el medio ambiente para recargar ordenadores portátiles usando fuentes de energía renovables. Muchos han asumido el reto, representando de forma ejemplar la responsabilidad de los europeos respecto a su entorno y también la capacidad de creatividad e inventiva genuinas.

Los equipos están formados por profesores, estudiantes e investigadores de prestigiosas universidades europeas, y han estado trabajando en sus dispositivos ecológicos durante todo el verano. En el caso de la UPM, por parte del Centro de Electrónica Industrial colaboran los profesores José Antonio Cobos Márquez, Jesús A. Oliver Ramírez y Pedro Alou Cervera así como los siguientes estudiantes: Alejandro Rodríguez Anguita, Beatriz Tato Eirín, Daniel Díaz López, David Meneses Herrera, Eduardo Peña Ramos, Idoia Aguirregabiria Alonso, Leonardo Laguna Ruiz, Mario A. Valdes, María Santos Sánchez, Pablo López Cenamor y Pilar Montero Morales. También participan el profesor Juan de Juanes Márquez Sevillano, Ramón Sanmiguel Carrasco y Javier Tena Pérez por parte de la Cátedra de Tecnología Mecánica

Además de la Universidad Politécnica de Madrid, participan en este certamen la University of Technology en Delft (Países Bajos), el Catholic College Kempen (Bélgica), la University of Technology en Munich y Dresden (Alemania), o el Dublín Institute of Technology así como su homóloga italiana, situada en Milán. Gracias a ellas una interesante variedad de soluciones imaginativas y realmente notables han cobrado vida.

 

Derroche de creatividad y know-how

La gama de dispositivos desarrollados va desde aquellos que convierten la potencia de los músculos humanos en electricidad a los utilizan pilas de combustible (fuel cell) como base para producir energía. Incluso las soluciones más aparentemente simples, como aquellas que cuentan con un pedal (desde una bicicleta a un cart) han requerido un gran ejercicio de creatividad e importantes dosis de conocimiento técnico para enfrentarse a los retos relacionados con la gestión del suministro de energía, especialmente cuando ésta no proviene de un flujo uniforme y constante.

El equipo de la Universidad Politécnica de Madrid está desarrollando dos soluciones diferentes para resolver el problema planteado en el concurso. La primera de ellas se basa en la energía solar obtenida a partir de paneles fotovoltaicos. La segunda fuente de energía considerada es la energía motriz proporcionada por una bicicleta impulsada por una persona.

El jurado tiene ahora un trabajo duro que hacer, realizando una selección de las propuestas que ofrezcan beneficios desde la simplicidad, la fiabilidad, la viabilidad comercial, flexibilidad en la implementación y la promoción de una forma de vida activa.

Proceso de selección

Una vez que todos los equipos hayan presentado sus soluciones, un jurado compuesto por miembros del mundo académico, el diseño industrial, la comunidad de analistas y la industria TI revisará y analizará todas las propuestas y sus méritos y seleccionará al ganador, que será anunciado en una ceremonia de premios que tendrá lugar en noviembre. Los premios consistirán en fondos para financiar proyectos de investigación científica. Al final, el ganador, el beneficiario real de este programa esperamos que sea el espíritu de innovación y la conciencia renovada acerca de la necesidad de gestionar los recursos del planeta de forma responsable.