Desde luego que un municipio quiera que sus ciudadanos tenga una zona de Internet gratis no es una noticia que le guste a los vendedores de ADSL, fibra o cable porque les hace claramente la competencia. Por ello la CMT limita la velocidad máxima y exige a los ayuntamientos una serie de tramites a menudo tediosos e incluso con costes.
La CMT ha decidido mantener el limite de 256KB/seg para que aún sea rentable para muchos contratar los servicios de pago de un operador para mejorar su navegación. Además la CMT pretende relajar en cierta medida el coste de las tasas por ser operador (que es obligatorio) en ciertos casos.
De hecho bibliotecas y centros educativos quedarán exentos de inscribirse como operador (evitando por tanto el pago de tasas y la elaboración de exhaustiva documentación sobre el alcance del proyecto) siempre que el acceso quede limitado a sus alumnos o abonados.
Lo malo para los clientes es que seguirán notando el concepto de «como es gratis» va más lento de lo normal y sufriendo en cierta medida la saturación de dichas conexiones de forma forzosa y sin solución si quien ofrece WIFI gratuito quiere cumplir con la legislación vigente.
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