La explosión que están teniendo los juegos en los teléfonos inteligentes tiene a los fabricantes tradicionales de consolas en un dilema: unirse a la tendencia móvil y arriesgar su negocio o esperar que la rica experiencia del videojuego en casa triunfe ante el movimiento.
Los tres grandes fabricantes de consolas, Nintendo, Microsoft y Sony, han tenido dificultades para atraer a nuevos usuarios y conservar a los antiguos.
El sistema de juego controlado por el movimiento es una de sus mayores esperanzas para infundir nueva vida al decaído mercado del hardware y software del videojuego, que mueve 60.000 millones de dólares.
Pero eso sólo amortiguará el esperado declive del 5 por ciento en las ventas en el 2011, hasta aproximadamente 50 millones de unidades, según la firma de investigación iSuppli.
Aunque las consolas tradicionales –la PlayStation 3 de Sony, la Xbox 360 de Microsoft y la Wii de Nintendo– siguen siendo el producto fuerte de la industria, jugar en los teléfonos inteligentes ha experimentado un crecimiento vertiginoso, desatado por el iPhone de Apple.
La empresa de investigación Gartner prevé que las ganancias globales de los videojuegos en el móvil, incluidos los teléfonos inteligentes, crezcan un 19 por ciento más que los 5.600 millones de dólares de este año, mientras que se espera que aumente hasta los 11.400 millones de dólares para el 2014.
La compañía estima que hasta un 80 por ciento de las aplicaciones descargadas por los consumidores son juegos móviles.
El auge ha llegado ya a los inversores, ya que los desarrolladores de los pequeños juegos -como Rovio, el fabricante del juego Angry Birds para el iPhone- están recibiendo ofertas de posibles compradores.
«Los videojuegos en los teléfonos inteligentes están siendo adoptados a un ritmo mucho mayor que los juegos de los teléfonos móviles en general», dijo Ed Barton, analista de la empresa de investigación ScreenDigest.
Los investigadores de iSuppli dicen que las ventas unitarias de la industria de videojuegos móviles se espera que aumenten un 11,4 por ciento, a 1.270 millones, este año.
Esta cifra contrasta con un mercado de videoconsolas bastante plano, con un crecimiento de apenas el 0,2 por ciento, a 52,3 millones, en el 2010. Los dispositivos de mano se espera que desciendan en un 2,5 por ciento, a 38,9 millones.
MENOS QUE GRATIFICANTE
Los teléfonos inteligentes representan apenas una quinta parte del mercado de los móviles. Sin embargo, según Goldman Sachs, el crecimiento del 56 por ciento del sector supera al del 10 por ciento del mercado general de dispositivos móviles.
Un estudio de la compañía de estudios de mercado ComScore mostró que el número de jugadores de teléfonos inteligentes en Estados Unidos creció en un 60 por ciento entre febrero de 2009 y el mismo mes de este año.
Barton, de ScreenDigest, dijo que aunque jugar en los smartphones era todavía un pequeño negocio en términos de ganancias, también era una posible «amenaza para los dispositivos de mano especializados» en los años que se avecinan.
Sony, el fabricante de la PlayStation Portable (PSP), subestimó la posible amenaza.
«La encuentro una experiencia menos que gratificante», dijo Andrew House, jefe de Sony Computer Entertainment en Europa a Reuters en Gamescom, la feria de muestras de videojuegos más grande de Europa, quien añadió que jugar a los videojuegos en teléfonos inteligentes era algo limitado para el usuario.
La división alemana de Nintendo, fabricante de la Gameboy y de la DS, mandó un mensaje similar, al indicar que los nuevos dispositivos como la versión 3D de la DS ofrecen una experiencia de juego mucho mejor que los smartphones.
Microsoft, la única de los tres grandes fabricantes de consolas que no dispone de una consola portátil en su oferta, ya se ha sumado al furor colectivo.
Esta semana en Gamescom, la compañía anunció que ofrecería juegos de alta calidad para los teléfonos inteligentes que vienen con la aplicación Windows Phone 7.
Por su parte, Electronic Arts, el segundo mayor fabricante de videojuegos del mundo, se mostró optimista a principios de esta semana sobre el crecimiento de su negocio digital, que también incluye juegos para los teléfonos inteligentes, donde registró un incremento del 52 por ciento en los beneficios en el primer trimestre.
«Los días en los que la gente ponía un CD en una consola se han acabado», dijo su jefe de operaciones John Schappert.
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