Mario Bros, un veterano que sigue siendo el personaje más popular de los videojuegos

Para muchos este personaje que nació hace ya 29 años es el icono de los videojuegos.

Mario y su creador Shigeru Miyamoto.
Donkey Kong (arcade, 1980).
Mario Bros. (NES, 1983).
Super Mario World (Super Nintendo, 1990).
Mario 64 (Nintendo 64, 1996).
Super Mario Galaxy (Wii, 2007).
New Super Mario Bros (Wii, 2009).

Mario tiene muchos records en su historia. Es el más veterano de los personajes que han dado vida a videojuegos ya que nació hace 29 años y en segundo lugar haber conseguido vender más de 210 millones de ejemplares desde 1980. Sólo un dato, el año pasado en España se vendieron más de 1,5 millones de juegos protagonizados por el fontanero de Nintendo

Pero ¿qué ha hecho de Mario el personaje más popular del ocio electrónico y de su creador, Shigeru Miyamoto, un mito que figura junto al Papa Benedicto XVI o el visionario de Apple Steve Jobs entre las cien personas más influyentes del mundo, según la revista Time La palabra clave es innovación.

Mario ha protagonizado juegos que pusieron patas arriba el concepto que todo el mundo tenía en ese momento de lo que era un videojuego: fue el primer personaje en moverse con libertad por toda la pantalla (Donkey Kong, 1980 en arcade), fue el primero también en ir descubriendo los escenarios a medida que avanzaba por ellos mediante un scroll lateral (Super Mario Bros, 1985 para Nintendo), en moverse con absoluta libertad en el primer mundo realista creado en tres dimensiones (Super Mario 64, 1996 para Nintendo 64) o en poner patas arriba la perspectiva desde la que experimentamos el juego (Super Mario Galaxy, 2007 para Wii).

Pero hagamos un poco de memoria. ¿Cómo ha conseguido Mario convertirse en un icono cultural más popular que el mismísimo Mickey Mouse? A principios de los años ochenta el mundo de los videojuegos estaba dominado por títulos como el matamarcianos Space Invaders de Atari o PacMan, el comecocos de Namco. Nintendo era una compañía nacida en 1889 conocida sobre todo por sus juegos de cartas que intentaba meter la cabeza en el mundo de las recreativas. En 1980, como todos los equipos de I+D estaban concentrados en otros proyectos, encargaron un juego a un joven diseñador de posters de 24 años recién llegado a la empresa.

La misión de Miyamoto estaba clara: desarrollar una recreativa protagonizada por Popeye y Olivia para el mercado norteamericano. Sin embargo, Nintendo perdió los derechos de esos personajes y Miyamoto se ofreció para crear otros nuevos. Así nació Donkey Kong donde el protagonista, un carpintero llamado Jumpman debía rescatar de lo alto de un edificio a una dama esquivando los barriles que le lanzaba un gorila. El juego era tan diferente a lo que habían visto hasta entonces que horrorizó a los jefes de Miyamoto. ¡El personaje se movía por toda la pantalla! ¡Inaudito!

Y para colmo, en lugar de ir directo a la acción, ¡desarrollaba una historia! ¡Nadie iba a saber jugar con eso! Sin embargo, pusieron la máquina en un bar y a la mañana siguiente había treinta dólares en el cajetín. Al otro día, recaudaron 35 dólares. Donkey Kong se convertiría en un éxito que vendería 60.000 recreativas. En 1982, Jumpman dejó la carpintería para dedicarse a la fontanería. En ese momento fue rebautizado: Nintendo creía que el nombre era poco comercial para el mercado occidental. En broma, en la filial americana sugirieron llamarle Mario por el parecido que el personaje tenía con Mario Segali, propietario del edificio donde estaba Nintendo América.

En Japón gustó y así se le conocería a partir de entonces. Mario apenas ha cambiado en veinte años, pero su aspecto se debe en gran parte a las limitaciones técnicas que existían cuando Miyamoto lo creó. “Quería plasmar un hombre de mediana edad, con un gran sentido de la justicia y que no fuera guapo”, recuerda Miyamoto. Sin embargo, era imposible representar el movimiento de su pelo así que le plantó un enorme sombrero. Si llevaba manga larga, tampoco conseguían plasmar cómo movía los brazos. Entonces le vistió con un mono azul y una camisa roja. ¿Expresiones faciales? Imposible: un bigote gigantesco y una buena nariz y a correr…

En 1985, por fin Mario dejaría las recreativas para convertirse en el rey de la consola con Super Mario BROS para la Nintendo original. Ese título todavía puede presumir de ser el más vendido de la historia de los videojuegos (con más de 40 millones de copias vendidas). En él, Mario por primera vez aumentaba de tamaño gracias a unos champiñones, reinventó el género de plataformas. Fue el primero que rompió con la pantalla estática: a medida que el personaje avanzaba el escenario también se movía de forma lateral por un gigantesco mundo.

Desde entonces, Mario ha aparecido en más de cien juegos en los que se ha creado un mundo propio
tocando casi todos los géneros (desde el fútbol, pasando por los puzzles, hasta la creación artística). Y muchos de ellos figuran siempre en los listados de los mejores títulos de la historia. Valga un ejemplo, en uno de los más recientes, el de la prestigiosa y dura revista británica Edge figuraban títulos de plataformas (Super Mario World, 1990, Super Nintendo), conducción (Super Mario Kart, 1992, Super Nintendo), aventuras (Paper Mario, 2000, Nintendo 64) o lucha (Super Smash BROS Melee, 2001 Nintendo GameCube)… Pero el que más destacaba en el número tres es, cómo no, Super Mario 64.

Super Mario 64 creado para Nintendo 64 revolucionó la historia de los videojuegos en 1996. Aquella catedral de los videojuegos era el primer mundo realista diseñado en tres dimensiones. ¿Más novedades? El jugador, controlaba a Mario que se movía con libertad total por el entorno con los sticks analógicos (algo que ahora es un estándar en la industria del videojuego). Y eso no era lo mejor: Mario no se limitaba a avanzar sin más sino que podía correr, gatear, nadar, ensayar saltos diferentes, ir a gatas, pegarse a las paredes… Nadie había visto nada así jamás: los jugadores tenían que pensar de forma diferente.

En 2007, Mario puso de nuevo todo patas arriba, esta vez en Wii, una máquina que por sí misma ha roto muchos esquemas. Y de forma literal. En Super Mario Galaxy, considerado por muchos el mejor título del año, el fontanero se mueve en escenarios que recrean planetas con superficie esférica. Una vez más nos deberemos olvidar de las reglas establecidas en el mundo de los videojuegos. Arriba y abajo dejan de ser términos absolutos, para encontrar el camino correctos deberemos pensar en tres dimensiones… y media.