Google cree firmemente en alentar a sus empleados a convertirse en maestros, en nombre de la construcción de una fuerza de trabajo satisfecha y más creativa. En 2013, los empleados de Google llevaron a cabo más de 2,000 "clases" para educarse recíprocamente sobre temas como el diseño de algoritmos y marketing.
Además de esas conferencias formales, los ingenieros de Google han creado un sencillo sistema de apoyo que mantiene a los empleados felices, según el nuevo libro "Work Rules!" de Laszlo Bock, el jefe de Recursos Humanos de Google. Más de 30 empleados de Google con un amplio conocimiento de la compañía se han ofrecido para convertirse en "asesores de tecnología" para ofrecer a sus compañeros, de manera confidencial, sesiones uno-a-uno. El objetivo de este sistema es dar a la gente una persona con quien se sientan seguros para intercambiar ideas.
"Yo no tengo el contexto y no tengo una opinión formada sobre lo que deben hacer" dice un Asesor Técnico llamado Chew Chee. "Yo no tengo un interés personal en la decisión, por lo que escucho más y conecto más. Esto es muy diferente de la mayoría de las conversaciones con mis subordinados y compañeros de equipo. Este sistema está realmente construido para la reflexión. La conexión es con la persona, en lugar de sólo con el proyecto en particular".
Chew compartió una experiencia donde se reunió con una ingeniera de alto nivel que se sentía que necesitaba dejar Google. Habían planeado reunirse durante 50 minutos, pero terminaron hablando durante dos horas y media. En ese momento, la ingeniera pudo hablar y lidiar personalmente con un montón de cosas, mientras Chew hacía una lluvia de ideas con ella y la animaba. La ingeniera se benefició de la conversación -terminó por quedarse- pero los Asesores Técnicos obtienen una gran cantidad de la experiencia también. Los que participan dicen que han mejorado su capacidad de escucha, la empatía y conciencia de sí mismos, convirtiéndose en mejores administradores, jefes, e incluso cónyuges. Y todo lo que se necesitó fue un grupo de ingenieros que decidieran que la creación de este recurso era importante.
"El ingrediente secreto es que los empleados son los dueños reales de este sistema, no a la gente de operaciones", dijo el director del programa, Shannon Mahon. Los empleados de Google también han creado programas “gurú” para toda la empresa, en donde voluntarios asesoran a otros sobre temas específicos como la orientación profesional, el liderazgo, las ventas y hasta la crianza de los hijos.
Tener “Googlers” que se entrenan entre sí no sólo ahorra dinero, escribe Bock, sino que crea una comunidad más íntima.