El sistema operativo alternativo no se actualiza desde hace unos meses, y su futuro podría pasar por un proyecto de código abierto, lo cual podría molestar en gran medida a los que han pagado por tener la versión definitiva.
Guillem Alsina – El ecosistema de los sistemas operativo no se acaba con Windows, Mac OS X y Linux. Ni siquiera con Solaris o las diferentes ramas de la familia BSD. Es realmente amplio y existen sistemas de los cuales el usuario final no ha oído hablar nunca, e incluso encontramos pocos profesionales de la informática que estén al tanto de su existencia.
Uno de estos casos es el de SkyOS, un sistema operativo para máquinas de escritorio pensado para ofrecer espectacularidad gráfica y una alta funcionalidad al usuario. Es un proyecto que se inició hace una década de la mano de Robert Szeleney, su creador e impulsor, y un grupo de voluntarios.
Pese a que inicialmente fue un sistema operativo de código abierto y libre, su creador decidió cerrarlo y convertirlo en un software propietario y de pago, aunque a un precio módico. Los compradores pagaban por tener acceso a las versiones beta que se iban lanzando periódicamente y por el derecho a la versión final cuando esta saliera a la calle.
No obstante, y pese al ritmo de trabajo continuado en el proyecto, su versión definitiva se iba demorando más y más, pareciendo un objetivo difícil de lograr. Los problemas se hicieron públicos el pasado 30 de enero, cuando Szeleney anunció que se suspendía el desarrollo del sistema operativo.
El el anuncio publicado en el sitio web del proyecto, Szeleney se “queja” del rápido progreso que el hardware informático ha experimentado a lo largo de estos últimos años, dificultando la implementación de soluciones para la plataforma que lidera. Es -o, por lo menos, eso parece-, su justificación para decir que está cansado, que ya no se ve con ánimos para continuar con el proyecto.
El creador de SkyOS propone cuatro posibles vías para el proyecto: en primer lugar, volver a abrir el código fuente del sistema, con lo que se supone la creación de un proyecto renovado al más puro estilo GNU/Linux, abierto a la participación de programadores independientes y de cualquier persona interesada en el desarrollo de este sistema operativo.
La segunda opción sería poner SkyOS a disposición de los usuarios de forma gratuita. Se supone que no se abriría su código fuente, pero se buscaría de esta forma popularizar el sistema.
La tercera opción consiste en buscar un nicho de mercado determinado y ocuparlo, dejando de lado la filosofía de sistema operativo multi-propósito que hasta ahora ha guiado al proyecto. Por ejemplo, podría especializarse en netbooks, o en computadoras de alto rendimiento gráfico para animaciones de vídeo o retoque fotográfico, o bien en sistemas empotrados.
La última opción es la más temida por los usuarios, desarrolladores y personas interesadas en este proyecto: simplemente finiquitar su desarrollo, desechar el proyecto y es de suponer que buscar la forma de reaprovechar lo que ya se ha hecho para otros proyectos de software.
Desde luego, pocas de estas opciones les hacen gracia a aquellas personas que en su momento pagaron por tener acceso al sistema operativo, y que ahora pueden ver como abonaron una cantidad por nada.
Por el momento, el desarrollo de SkyOS se encuentra congelado, ya que a la situación puramente técnica hay que añadirle el cambio que representa en la vida de Szeleney el nacimiento de su primer hijo, lo que ha supuesto una merma considerable de su tiempo de dedicación a SkyOS. Entre los usuarios, y a juzgar por los comentarios expuestos en la entrada del blog de SkyOS, parece que la opción de abrir su código fuente es la que más adeptos tiene.
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