El popular servicio de música digital Spotify tuvo unas pérdidas operativa de 26,5 millones de libras (unos 30 millones de euros) en 2010, a pesar de que sus ingresos se multiplicaron por cinco debido al aumento de la publicidad y al haber conseguido más clientes en Europa.
El servicio, que ofrece un número limitado de canciones en 'streaming' para las cuentas gratuitas o un servicio de suscripción de pago, adjudicó las pérdidas a las tasas de derechos de autor que tiene que pagar a la industria musical para ofrecer sus canciones.
La empresa tuvo unas pérdidas de 16,6 millones de libras en 2009.
El grupo publicó un balance anual positivo de 63,2 millones de libras, en comparación con los 11,3 millones de 2009, debido a un aumento en la publicidad y las suscripciones.
Spotify anunció hace poco que tiene más de dos millones de suscriptores de pago y que se prepara para una expansión aún mayor tras su desembarco este mismo año en Estados Unidos.
"La compañía y el grupo han renegociado y renovado los acuerdos de licencia con los grandes sellos discográficos de Europa", aseguró en los resultados, presentados en el Registro de Empresas de Londres.
"El grupo tiene ambiciosos planes de crecimiento y ha firmado acuerdos de licencia con varios grupos discográficos de EEUU para el mercado estadounidense".
Los analistas y la industria de la música han estudiado de cerca Spotify para ver cómo lo hacía en el sector de la música digital, particularmente por la competencia dominante del iTunes de Apple, y si podía darle más poder a la industria en el establecimiento de los precios.
"Vemos el desarrollo de Spotify positivo para la industria de la música, y creemos que podría liderar una genuina competencia para iTunes, consecuentemente incrementada por el valor del contenido subyacente", afirmó el analista de UBS Polo Tang en una nota a sus clientes.
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