Mark Zuckerberg ideó la empresa Facebook.com y ahora está sentado sobre una mina de oro que podría convertirlo en otro joven con talentos informáticos que se vuelve rico en el llamado Valle del Silicio.
Pero el empresario de 22 años, fundador de la segunda página de «red social» más grande en la internet, podría también perderse una oportunidad irrepetible si espera demasiado para vender Facebook Inc., una empresa que generaría ingresos superiores a los 100 millones de dólares este año.
Las perspectivas brillantes constituyen uno de los motivos por los que Zuckerberg ha rechazado varias ofertas para comprarle la empresa este año, incluida una de 1.000 millones de dólares por parte de Yahoo Inc.
«Es claro que nos inclinamos más por hacer que crezca esto que por venderlo», dijo Zuckerberg en una entrevista reciente. «Pensamos que hay más por sacar aquí».
El dilema de conservar o vender se vuelve cada vez más común entre los precoces empresarios inmersos en la locura más reciente de la internet, las páginas que permiten crear comunidades y compartir contenido, referidas comúnmente con el término de «Web 2.0».
Además de Facebook, otras empresas incipientes de la Web 2.0 son mencionadas con frecuencia como blancos codiciados de los compradores. Es el caso de Metacafe Inc., una página de videos en línea, y Photobucket Inc., que se ha convertido en uno de los destinos más concurridos de la red, al albergar videos y fotografías personales, que suelen vincularse con los principales sitios de red social, como MySpace, el líder del sector.
Estas páginas se encuentran en una encrucijada a la que llegó hace varios años el primer sitio grande de red social, Friendster.com, el cual eligió conservar su independencia en vez de vender. Esa decisión es considerada actualmente como uno de los peores errores en el Valle del Silicio.
Las empresas de la Web 2.0 se han convertido en activos deseados porque atraen a más gente que se aleja de la televisión, los periódicos y otros medios utilizados tradicionalmente para la publicidad.
Los canales de video «online» y las redes sociales, que permiten a personas con intereses comunes tener contacto entre sí, son sitios particularmente atractivos.
Las corporaciones acaudaladas buscan ganarse un rincón en ese nuevo escenario llamado Web 2.0 _una lucha que ha repartido ya un par de grandes premios_, lo que ha impulsado los precios de las compañías nuevas a sus mayores niveles desde que se observó el revuelo de las empresas «punto com», a finales del siglo pasado.
News Corp. pagó 580 millones de dólares en el 2005 para comprar MySpace, el sitio más grande de red social, mientras que Google Inc. se hizo de YouTube Inc., pionera en la oferta de servicios para compartir video en la internet, en 1.760 millones de dólares, a finales del año pasado.
«Me sorprende que no hayan sido compradas muchas más compañías», dijo Reid Hoffman, un experimentado ejecutivo del Valle del Silicio, quien ha invertido en muchos grupos nuevos, incluido Facebook. «Presiento que las transacciones serán más cuantiosas en el 2008 y 2009».
En el 2006, el precio promedio por un grupo incipiente financiado por proyectos capitalistas subió 19%, a 114 millones de dólares. Fue el monto más alto desde el delirio «punto com» concluido en el 2000, cuando la cifra alcanzó 337 millones de dólares, su nivel máximo en la historia, de acuerdo con datos de Thomson Financial y la National Venture Capital Association.
Si el monto de los convenios sigue aumentando, Zuckerberg habrá sido inteligente al desairar a Yahoo y otros postores, incluidos Microsoft Corp. y Viacom Inc.
En caso de que Facebook cumpla sus objetivos financieros, la empresa, con sede en Palo Alto, podría alcanzar un precio de venta superior a los 1.000 millones de dólares o buscar una opción incluso más lucrativa, la realización de una oferta pública inicial en el mercado bursátil, como lo hicieron Google, Yahoo, eBay Inc. y Amazon.com Inc., un grupo de iconos de la internet que valen ahora conjuntamente 250.000 millones de dólares.
Facebook comenzó como un cibersitio exclusivo para estudiantes universitarios, en el 2005.
Actualmente no tiene restricciones sobre su público y cuenta con 17 millones de usuarios registrados, la mayoría de menos de 34 años, un segmento muy atractivo para los anunciantes.
La empresa firmó su primer contrato relevante de asociación financiera a mediados del año pasado con Microsoft, que se habría comprometido a aportar unos 200 millones de dólares en ingresos publicitarios hasta el 2008.
Zuckerberg dijo que el convenio fue ampliado recién hasta el 2011, aunque los términos de esa extensión no se han revelado.
Aunque desertó de Harvard en el 2004 para mudar su empresa al Valle del Silicio, Zuckerberg vive todavía como si fuera un estudiante, cuando en realidad encabeza una compañía de 200 empleados.
Dice que tiene un catre y algunas pertenencias más en su apartamento, ubicado a unas pocas cuadras de la oficina de Facebook. La cercanía le permite ir caminando al trabajo todos los días, habitualmente con sus sandalias Adidas.
La comodidad es importante para él, porque al igual que muchos jóvenes prodigio de la zona que lo antecedieron, suele pasar muchas horas planificando estrategias en la oficina.
«Por ahora, sólo creo que es importante tener un buen sentido del rumbo que seguimos», dijo.
Mientras, la moneda con la que hizo su apuesta sigue en el aire.