La compra de Skype y la salida a bolsa de Linkedin disparán de nuevo "la burbuja" punto.com

Burbuja com

La tentadora perspectiva de encontrar al próximo Facebook, Groupon o Twitter está impulsando la mayor inversión en las nuevas empresas de Internet desde que estalló el 'boom' de las punto com, el cual después disminuyó, hace más de una década.

La compra de Skype por Microsoft o la reciente salida de Linkedin a bolsa duplicando el valor de las acciones en pocas horas ha reanimado el interés de los inversores y fondos de capital riesgo hacía las nuevas empresas que están surgiendo en la arena tecnológica.

Según datos de Thomson Reuters Deals Intelligence, las empresas de capital riesgo han invertido durante los cuatro primeros meses del año más de 4.000 millones de dólares en nuevas empresas tecnologicas con productos innovadores. Una cantidad muy importante y que rompe con la tendencia en los últimos años que ha estado marcado por desinvertir o como máximo mantener posiciones en aquellas empresas en las que ya se estaba presente. Es cierto, que como señalan los expertos, nos encontramos a gran distancia de los 55.000 que se invirtieron en este mismo sector en el 2000, pocos meses antes del derrumbe total de la burbuja, pero muestra una tendencia que se verá animada tras el éxito de la IPO de Linkedin o la compra de Sype por Microsoft.

La última locura tiene algunas señas de identidad del anterior boom de la inversión web: empresas emergentes con exuberancia por encima del 'concepto' que no han promovido sus sitios y una competencia intensa entre los potenciales promotores para apostar por los presuntos puntos calientes, como el espacio de los medios sociales ahora definido por empresas como Facebook y LikedIn.

En cuanto a los sectores “interesanes” son muy variados aunque de nuevo vuelven a estar de moda las empresas de software y desarrollo, principalmente aquellas enfocadas al mundo móvil (videojuegos, aplicaciones…) o a sacar provecho a las redes sociales existentes con nuevos addins. Las que lo tienen peor, es decir no representan ningún interés para los inversores son aquellas que buscan reemplazar a Facebook, Twitter o a los buscadores dominantes. Los inversores son consciente de los fracasos de clones de Facebook y prefieren destinar su dinero a aquellos que sepan aprovechar el tirón que estos tienen entre los millones de internautas de todo el mundo.

Empresarios como Clara Shih, consejera delegada de Hearsay, proveedor de software especializado con sede en San Francisco, disfruta de una mayor influencia con los inversores que en los últimos tiempos y habla sobre poder elegir a sus promotores. Shih dijo que ya había recaudado 3 millones de dólares cuando el dinero llamó a su puerta.

'Honestamente, nosotros no estábamos pensando en ganar dinero, pero ahora que la posibilidad nos ha caído encima, a lo mejor estamos dispuestos', dijo Shih en una entrevista con Reuters Insider.

El comportamiento de los grupos inversores ha llevado a hablar de la formación de otra burbuja de Internet, en particular cuando los analistas ven valoraciones del orden de unos 70.000 millones de dólares por Facebook y 15.000 mil millones de dólares por Groupon, calculadas a partir de inversiones privadas.

'He oído... a muchos inversores de riesgo que están diciendo 'no, no hay burbuja'', dijo Dana Stalder socia en la oficina de Silicon Valley de la sociedad de capital riesgo Matrix Partners.

'Cuando estás viendo las valoraciones duplicarse en los últimos 12 meses por la misma compañía, el mismo equipo, a mí me parece una burbuja'.

Pero otras características del actual auge lo distinguen del que colapsó hace 10 años.

* Los inversores en capital riesgo dicen que las empresas jóvenes de hoy en día son rentables o son un camino claro hacia la rentabilidad, mientras la llegada de la computación en nube ayuda a reducir los costes operativos drásticamente comparando con una década atrás.

* La publicidad online y el comercio electrónico, hace una década en plena infancia, han madurado en fuentes de ingresos aceptadas y más fiables.

* Las prisas por hacer efectivo a través de las ofertas públicas iniciales se ha retardado. Fuentes abundantes de inversión privada, un auge en la regulación de nuevas compañías públicas y el crecimiento de lugares alternativos para la negociación de acciones suministran los medios y los incentivos para retrasar las ofertas públicas.

Tal vez, el factor más distintivo de la letanía de que 'que esta vez es diferente' es que el la locura web de hoy es global.

En los tres años que marcaron el apogeo del anterior 'boom', de 1999 a 2001, la industria del capital riesgo vio hundirse 96.400 millones de dólares en nuevas empresas de Internet, más del 80 por ciento de ellos, o casi 78.000 millones, sólo en Estados Unidos, según los datos de Reuters.

No como hoy. De los más de 5.500 millones de dólares de capital de riesgo invertidos hasta ahora en 2011, sólo 1.400 millones han sido destinados a empresas emergentes de Estados Unidos, según los datos de Thomson Reuters. Aproximadamente tres cuartos de los 403 acuerdos han tenido lugar fuera de ese país.

Los inversores, así como las empresas emergentes, tienen cada vez más sabor internacional. Quizás la cara más destacada entre los reyes de Internet hoy en día sea el multimillonario ruso Yuri Milner, consejero delegado de DST Global. Milner han invertido cientos de millones de dólares en Facebook, Groupon y Zynga.

Aunque una de las características que distinguen el nuevo 'boom' es la tendencia a seguir sin cotizar durante un mayor período, los mercados sin embargo se están llenando con nombres de Internet.

Hasta ahora en 2011, 16 firmas de Internet han presentado su documentación para salir a bolsa ante los reguladores estadounidenses, tratando de conseguir una rentabilidad estimada en casi 4.100 millones de dólares, según los datos de Thomson Reuters. Esa cifra casi supera los totales de años completos excepto el de 1999, cuando 52 empresas pidieron cotizar, para recaudar 4.200 millones de dólares.