Han pasado más de 50 años del primer videojuego, creado en 1958, y todavía parece que fue ayer cuando jugábamos al Pac-Man, Space Invaders y Super Mario Brothers en los años 80. Es sorprendente como la industria del juego se ha transformado, ampliado y madurado en este periodo de tiempo, pero manteniendo intacto el objetivo inicial: la diversión y el entretenimiento.
Fue Spacewar quien en 1962 marco el verdadero punto de origen de los videojuegos y quien dio comienzo a toda esta nueva industria. Aquel juego fue creado con un concepto de realidad virtual que se ha mantenido hasta hoy: el uso de un teclado y un monitor como simulador de la realidad. Más tarde, en 1972, Atari lanzo su primer juego de arcade, con el que consiguió un gran éxito comercial, que vino seguido del lanzamiento de una versión de su consola. El paso siguiente fueron nuevos juegos de consola y nuevos fabricantes en el mercado, hasta que en 1974 apareció Nintendo, que empezó a producir su propio hardware. Se inició una diversificación dentro de la industria y una consecuente lucha entre compañías por el liderazgo del mundo de los videojuegos.
Hoy en día, la llegada los smarthphones y los dispositivos con acceso a internet ha hecho que cambie el panorama de la industria del juego e incluso se cuestione el futuro de las tradicionales consolas.
La introducción de aplicaciones de videojuegos en Facebook supuso una revolución total en el mercado, no solo por la llegada de nuevos desarrolladores sino también por incorporar al ocio electrónico a millones de personas que nunca se habían planteado comprar una consola o instalar un juego en su equipo.
Los videojuegos móviles no son ajenos a ese nuevo fenómeno. Las aplicaciones más descargadas en la iTunes o en Google Play son videojuegos adaptados a móviles y tablets y algunas nuevas empresas como los creadores de Angry Birds o Zinga y su Farmville han escalado a la cumbre de la industria
Tabla: evolución del juego online y en consola/PC
Fuente: Global entertainment and media outlook: 2012-2016 de PWC[1]
Se abre un panorama en el que se plantean dos direcciones aparentemente contradictorias: la de los juegos de consola y PC, que están continuamente ganando en sofisticación; y la de aquellos juegos desarrollados conn aplicaciones deliberadamente simples y de bajo presupuesto, como es el caso del exitoso Angry Birds. Como consecuencia de esta evolución, resulta significativo ver cómo el hardware ha pasado a un papel secundario y se ha dado paso a otros aspectos, considerados ahora claves para el éxito, como el diseño de la plataforma, la compatibilidad de dispositivos y la facilidad de uso. Aún así, aunque los juegos para smarthphones se encuentran en plena expansión, hay que recalcar que son los previstos para PC y consola quienes siguen generando más ingresos.
[1] http://www.pwc.com/gx/en/global-entertainment-media-outlook/segment-insights/video-games.jhtml