Escritores famosos piden que Amazon deje de sabotear sus libros

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La guerra entre el gigante de ventas por internet Amazon y editorial Hachette, una de las más grandes del mundo, se intensificó este domingo cuando se publicó una carta firmada por 900 escritores pidiendo que se le ponga fin.

Los escritores alegan que la disputa, sobre los términos de venta de libros electrónicos, están afectando tanto a los autores como a los lectores.

Amazon alega que los precios de los libros distribuidos en ese formato deberían ser más bajos. En medio del conflicto, ha retrasado la entrega, cortado la posibilidad de encargar por anticipado y eliminado los descuentos de libros de algunos autores de Hachette, como J. K. Rowling y Stephanie Meyer.

Estos dos autores, en concreto, no firmaron la misiva, que apareció como un anuncio publicitario en la edición dominical de The New York Times. En cambio sí lo hicieron Sandra Brown, James Patterson, Jeffery Deaver, Malcolm Gladwell, Dona Tartt y Daniel Handler, que escribe bajo el seudónimo de Lemony Snicket.

Los mismos contaron con el respaldo de colegas que publican con otras editoriales, como Paul Auster, John Grisham y Stephen King.

Confundiendo a los lectores

La carta, a página entera, señala que Amazon ha convertido a los libros en "rehenes" de la disputa y a un grupo de autores en objeto de una "represalia selectiva", mientras confundía a sus propios clientes "con precios injustos y retrasos en la entrega".

"Muchos de nosotros ha apoyado a Amazon desde que era una start-up en apuros", dice el texto.

"Nuestros libros -aduce- lanzaron a Amazon en la venta de todo tipo de cosas y la encaminaron a convertirse en una de las corporaciones más grandes del mundo".

"Le hemos dado muchos millones de dólares a Amazon y a lo largo de los años hemos contribuido en gran medida, gratuitamente, con la compañía, a través de la cooperación, las promociones conjuntas, las reseñas y los blogs".

"Esta no es manera de tratar a un socio comercial. Ni es la manera correcta de tratar a tus amigos", añade.

Los escritores, que aseguran no querer "tomar partido en la disputa contractual" entre el vendedor y la editorial, continúan animando a Amazon "en los términos más firmes" a dejar de ocasionar daños al medio de vida de los autores "sobre los cuales ha construido su negocio".

La carta termina pidiéndole a los lectores que le escriban al fundador de la compañía, Jeff Bezos, solicitándole que ponga fin a la disputa.

Los precios de marras

En un post publicado recientemente en el blog de la compañía, Amazon afirmó que los libros electrónicos eran demasiado caros y que la mayoría debería costar US$9,99, en vez de los precios actuales (US$14,99 o US$19,99).

"Esos precios son injustificablemente altos para un libro electrónico", escribió la compañía

"Con un e-book no hay impresión, no hay reimpresión, no hay necesidad de predecir (el volumen de ventas), no hay devoluciones, no hay ventas perdidas por agotamiento del ejemplar, no hay costos de depósito, no hay costos de transporte, no hay mercado secundario (ya que) los libros electrónicos no se pueden revender como usados. Los e-books pueden y deberían ser menos caros".

Si los precios "artificialmente altos" bajaran, argumenta Amazon, podrían venderse muchos más libros y las ganancias totales serían más altas. La compañía dice también que Hachette está dándole un porcentaje muy bajo a los autores.

Una petición que apoya a Amazon y que sostiene que Hachette quiere mantener los precios de los libros electrónicos "artificialmente altos" ha recogido hasta ahora 7.600 firmas, incluidas las de un número de autores independientes que alabaron a la megatienda por crear una industria más democrática.

Una de ellos, Theresa Ragan, dijo que no había logrado captar la atención de las editoriales establecidas hasta que Amazon le permitió publicar por sí misma.